Nevan
Observé lo gris que estaba el cielo, solté un suspiro y caminé por la llanura enlodada con pasos cautelosos. La brisa fría era una caricia sutil que venía acompañada de gotitas de agua tímidas.
Amaba los días lluviosos, su melancolía y tranquilidad, pero más ese clima fresco que los caracterizaba.
Noté algo inusual en el lodo del suelo, así que decidí agacharme. Pasé mis dedos por el fango, hurgando su textura. Era pegajosa, más oscura que el resto y se adhería a mi piel, espesa y húmeda.
Algo extraño sucedió, pues empecé a sentir una pequeña corriente y cómo la esencia de aquel lodo traspasaba mis poros. Quité mis dedos al instante, y dejé que mi habilidad me purificara. Entonces saqué un pequeño frasco y, con un palito, tomé una muestra.
Era obvio que pertenecía a ese Wos, lo que me daba a entender que él estuvo por estos lares.
—¿Qué diablos busca? —La pregunta salió de mi boca con ira y miedo.
Sí, miedo.
Tenía un presentimiento que me dejaba inquieto y me quitaba el sueño to