Escapando de un mal amor. Capítulo Enemigos en ruina
Deisy sollozaba sin consuelo, su rostro bañado en lágrimas y su cuerpo tembloroso bajo las frías sábanas del hospital.
La noticia aún resonaba como un eco en su mente: había perdido al bebé. La vida que crecía dentro de ella se había apagado, y ahora todo lo que quedaba era vacío, dolor... y una sala de quirófano que pronto la esperaría para un legrado.
Además, iría presa, no tenìa nada, el amor de Samuel había desaparecido junto a sus mentiras.
Sus manos sudaban, aferradas a la sábana como si esa tela pudiera evitar que su mundo se desmoronara por completo.
Entonces, el chirrido metálico de la puerta al abrirse le hizo alzar la vista con sobresalto.
Allí estaba ella.
Luciana.
Firme, elegante, con los ojos cargados de severidad, su presencia llenó la habitación de tensión.
—¿Qué haces tú aquí? —escupió Deisy, entre dientes, con el rostro desencajado.
Luciana no retrocedió. Su voz fue clara, firme, pero no carente de dolor.
—Vine a ver con mis propios ojos a la mujer que intentó matar