— ¿Dónde está Eyra? – dijo Beth – No ha llegado, quedó en patrullar conmigo.
— No lo sé, el ego de ser Subinspectora ya se le subió – dijo Ivanov, cuando noto llegar al comisario – Hey comisario.
— Ivanov ¿Qué pasa?
— Pensé en si podríamos patrullar juntos – sonrió mirándolo – Por favor – hizo un puchero.
— Te veo en 10 minutos – sonrió Collins.
— ¿Desde cuando estas de perra faldera con el comisario Collins? – dijo Beth.
— Cállate – dijo Ivanov – Tengo que ir por mis armas.
Beth solo sonrió divertida, estaba por irse cuando escucho un par de risas, se dio la vuelta y vio que Eyra y el Superintendente llegaron tomados de la mano con una sonrisa, se les veía muy felices.
— Ahora entiendo porque tardaban tanto – dijo Beth llegando a su lado.
— Lo sé – sonrió divertida.
— Señorita – dijo Konstantin con una sonrisa – Buenos días.
— Buenos días Superintendente – sonrió Beth.
— Grey, la chica que mi alma busca – dijo Konstantin. – 20 minutos, en mi patrulla – le dio las llaves y Eyra lo mi