-¿Aidan no te sentiste raro hoy?- le preguntó Lucian en un susurro, su cabello rojizo se desparramaba sobre el cuerpo del lobo mientras el rostro de él se enterraba en el oscuro cabello- Me refiero a antes de caer al río-
-No sé de qué hablas-
Lucian sintió el cuerpo de Aidan estremecerse ligeramente debajo del de él y realmente comenzó a preocuparse. Con un rápido movimiento buscó las manos de Aidan y las agarró girándolo boca arriba y atrapando sus muñecas a cada lado de su cabeza.
-¿Qué haces?- el rostro de Aidan era extrañamente tranquilo.
EL alfa se inclinó hasta que sus labios estaban ligeramente juntos.
-Dime que realmente te preocupa y está ocupando tu mente últimamente. No te soltaré hasta que me lo digas- su voz esta vez era grave, demandante.
-Pues veremos quién puede estar más tiempo en esta posición. No es tan incómoda para mí, pero tu espalda estoy seguro que después te estará matando. Ya estás viejo-
Ante la respuesta que recibió que fue completamente contraria a la que