Capítulo 34

Había pasado dos semanas, su contusión se curó del todo y Nora se sentía bien, Silas le recordó lo que prometió en el hospital.

—Si te sientes mejor, mi familia quiere conocerte —dijo Silas suavemente.

—Está bien —respondió sin darle muchas vueltas.

Se bañó, se puso un lindo vestido que llegaba a sus rodillas y se maquilló un poco para tapar la escasa cicatriz que se veía en su frente y se dejó su cabello lacio suelto, satisfecha poco como se vestía con su vestido azul marino bajo con cuidado las escaleras, solo para que Silas la viera bajar con precaución y subió apresurado para alcanzarla y tomarla de la mano, se dio cuenta que ella sentía miedo y quiso hacerla sentir segura.

—Nos podemos mudar de casa si te hace sentir mejor o tal vez cambiar todos empleados —habla bajo, queriendo complacerla en lo que quisiera.

Nora pensó que Silas se sentía culpable por algo que ni él ni nadie podía controlar, la avaricia era así.

—Estoy bien, ya hablaremos de eso después —dijo Nora a