María Robles (Varios años atrás)
Es la primera vez que mis padres me dejan viajar sola y, no es a cualquier lugar, es ¡La playa! Bueno, ni tan sola, vengo con los padres de Mago. Mi madre dijo que no nos alcanzaba para venir todos a la playa, pero ellos querían que yo conociera el mar y debo reconocer que es hermoso.
Mamá y papá dijeron que era mi regalo por cumplir 18 años. Nuestra situación económica no nos permite pagar la universidad, así que, regresando de estas vacaciones, planeo buscar un trabajo en una fábrica cerca de casa, muchas vecinas dicen que pagan muy bien.
Mientras eso sucede, por esta vez, disfrutaré del regalo que mi madre y padre me han hecho. Mago y yo caminamos por las orillas de la playa, mientras sus padres se estiran como lagartijas para asolearse.
Mago y yo jugueteamos e imaginamos que las casas que vemos a la orilla del mar, son nuestras y que nuestros esposos son unos ricachones que andan bien ocupados trabajando.
- ¡Ay, yo sí sería feliz con una casa