Flor Pérez
Despierto y lo veo, sin querer me giré y ahora estoy de frente, lo miro y luce totalmente tranquilo, es evidente que el tiempo ha pasado, ya no lo sé tan joven como cuando le conocí.
Desconozco totalmente lo que ha sido de su vida desde que yo lo dejé. Jamás, ni en mis sueños más locos, jamás ni cuando yo me hacía ilusiones a los 20, 21 o 23 años, me hubiese imaginado estar así.
Debo reconocer que él ha cambiado o al menos eso es lo poco que puedo ver. Simplemente, no me cabe en la cabeza que él ahora disfrute de películas para niños, coma helado, se preocupe por los niños, los arrope e incluso no me dirija miradas llenas de odio o simplemente de indiferencia.
Esta noche hay luna llena, la luz se cuela por la ventana y eso ilumina su rostro, aquello, me permite admirarlo, por un momento me pierdo en sus facciones, por un momento me pierdo en su aroma, por un momento me pierdo en lo que fue en el pasado.
--- 9 años atrás ---
Llevo viviendo en esta casa ya medio año y es la pr