--- Christian Walker ---

Han sido un par de días muy largos, aún no logro controlarme por completo, aún no puedo calmarme, no sé por qué lo hice, no sé por qué reaccioné así. Solo sentí la necesidad de estar cerca de ella, de tenerla nuevamente, de besar aquellos gruesos labios, es claro que ya no es una niña flacucha y simplona.

Creo que el embarazo le sentó bien, han sido 6 largos años en donde no la había visto y no había sabido nada de ella. Debo reconocer que me comporté como un maldito cavernícola, no sé qué me ocurrió, solo sé que cuando la vi besando a aquel hombre, todo mi ser exigía reclamarla como mía.

¡Ella es mía! ¡Ella es mi maldita esposa! Cuando me levanté y fui al tocador, no esperaba encontrármela, de hecho, cuando salí a tomar aire, lo hice con la plena intención de que controlar mis emociones, era con la plena intención de no ir a su mesa y hacer un escándalo.

Jamás hubiese imaginado topármela y hacer lo que hice, de hecho, nada estuvo planeado, pero al ver que ella