27. Sentimientos de perdida parte 1/2
La plaza estalló en un caos de murmullos y exclamaciones ahogadas. La multitud, antes dispersa, formó ahora un círculo opresivo alrededor de la tragedia. Para empeorar las cosas, el joven mago al que Evdenor había atravesado emitió un último y quebrado susurro, un rictus de agonía congelándose en su rostro. El brillo de vida en sus ojos se apagó por completo, dejando solo un vacío cristalino. El llanto de la madre se transformó entonces en un sonido visceral, un alarido desgarrado que surgía de lo más profundo de su ser. Se aferró al cuerpo de su hijo, sus palabras eran ya balbuceos incomprensibles, una letanía de dolor y negación.
Pero la empatía no encontró cabida en el corazón de la muchedumbre. Todos reconocían al hombre de cabello de oro, ahora arrodillado con el rostro demudado por una mezcla de furia y desesperación. Y reconocían al joven pálido que sangraba a sus pies.
—¡Son unos monstruos! —aulló una mujer, señalando a la maga con desprecio.
—¡Atacaron a gente de Haro!¡Al her