Evdenor regreso a su habitación cuando el sol ya estaba por ocultarse y trás él Eryn, el cual estaba terriblemente cansado. Tuvo que aguantar a Evdenor todo el día, normalmente lo hacía, pero no tan de cerca como hoy, el príncipe al tratar de no regresar al castillo para encontrarse con Niria este estuvo haciendo mil actividades incluyendo el entrenamiento donde usó a Eryn como contrincante y hasta de blanco al lanzar sus lanzas y dagas por suerte ninguno le había dado.

Entrando en su habitación el aroma dulce al licor se olía muy fuerte al igual que un ligero olor a rosas, muy parecidas a la fragancia con que se bañaba la princesa azabache.

Al principio eso confundió al rubio, solo hasta que lo primero que vieron sus ojos al ingresar completamente fueron unos pies cubiertos con medias largas enredadas en sus sábanas, al igual que su copa vacía en el suelo.

Ante esa imagen se apresuró a meter a Eryn en su habitación que se había quedado tras él esperando ingresar y cerró la puerta co