Corrió por los pasillos de forma apresurada, llevando en su mano una botella de vidrio esmerilado, ligeramente azulado, el mismo que le había regalado el pirata al príncipe.

Habían vuelto de la misión hace apenas un día, solo estuvieron una semana fuera tal y como el rey lo ordenó, era claro que Evdenor quiso quedarse más tiempo fuera del reino pero siquiera al terminar el último día de la misión el rey se había encargado de mandar a su paloma con un mensaje, que más bien era advertencia que debían volver al día siguiente y así fue.

Con la llegada de ese mensaje del rey también volvió el mal humor del príncipe que parecía echar humos por la orejas, tan molesto con la idea de pisar su reino y eso era algo raro.

Al llegar muchas de sus cosas del viaje quedaron con su caballo pues al solo cruzar las puertas del reino, Evdenor se alejó de todos sin dar una orden final a sus caballeros y a su sirviente por lo cual cada uno fue por su lado sin darle mucha importancia al comportamiento