Cuando terminan de prepararse, ambos caminan al centro del ring junto al entrenador; chocan los guantes y el entrenador da la señal de inicio.
— ¿Estás lista? —pregunta Alex con sorna y Lina en repuesta le da un derechazo haciéndole dar vuelta la cara. Todos soltaron un “oh” al ver cómo comenzó la pelea. Aquellos que la conocían eran los más sorprendidos, ya que ella nunca golpeó primero. Él gira la cabeza para mirarla con la mano todavía en la mandíbula y luego de escupir sangre, pregunta—: ¿Así quieres jugar?
Lina en respuesta se eleva de hombros. Ella no pensaba dirigirle ni una sola palabra, mientras estuvieran ahí arriba, solo quería pelear y ganar. Pero no es que quería ganar así no le veía más la cara, sino, quería hacerlo, porque así de competitiva es. Pero para su mala suerte Alex también es muy competitivo y más si se trata de algo que quiere. En este caso Lina.
De manera intimidante se acerca a ella y ladea la cabeza observándola con una sonrisa malévola. Tira una patada al