Capítulo 144. Corazones rotos
Alex asintió con la cabeza y dejó a Marco porque no podía seguir mirándolo, aquello que planeaba era demasiado invasivo, atroz hasta para él que ha hecho cosas terribles.
Se dirigió al área de recuperación. Richard estaba en una habitación, pequeña y modesta, no aceptó estar en el área vip, se suponía que era empleado de Alex, uno corrupto que no podía ventilar su sociedad a la Legión.
Richard aún lidiaba con las heridas de su enfrentamiento. Era al único que podía decirle algo real en ese momento.
En cuanto Richard vio a Alex sonrió, ajeno a los pensamientos que martirizan a Alex, no notó su semblante, solo se alegraba de verlo bien.
—Alex, por todos los cielos, gracias a Dios estás aquí sano y salvo.
—Sano estoy, salvo, ojalá pueda estarlo.
Entonces Richard fue consciente de la cara de preocupación que Alex tenía.
— ¿Qué pasó ahora?
Alex se pasó una mano por el rostro.
—Richard sabes que no tengo alma de mártir. No quiero ir a la cárcel.
— ¿Qué es lo qu