Alex se despidió de Catherine, ella le dio un abrazo.
—Cuenta conmigo, en cualquier cosa que pueda ayudarte, solo dímelo —ofreció la doctora y le dio también un abrazo a Irina.
—Salúdame a Olga —pidió Catherine.
—Mi mamá me contó… Bueno, al menos algo de su pasado —murmuró Irina.
—Estoy a tu disposición si quieres hablar respecto a cómo eso te hace sentir.
Irina negó con la cabeza.
—Gracias Dra. Reed, pero no le veo sentido a rebuscar en el pasado cosas que no puedo cambiar. Menos si mi madre no me cuenta todo. Tampoco tengo especial interés en enterarme —Irina subió los hombros—. ¿Para qué? Eso ya pasó.
—Ella se sentiría mejor consigo misma si llegara a contar con tu comprensión.
Irina afirmó con la cabeza, sin objetar nada más y se despidieron.
Alex observó a Irina, iba ensimismada mirando a los niños caminar adelante.
—Irina, sé que todo esto ha sido brutal, si crees que venir con Catherine no te ayudará porque ve a tu madre, y aunque no creo en la t