Capítulo 45. Un hogar desmoronado
A la mañana siguiente Irina entregaba guardia a las 08:00 am. Las otras enfermeras también vivían en la casa Salvatore, si alguna necesitaba ayuda estaban para socorrerse a la hora de una eventualidad, sin embargo, Irina una vez más tenía que salir.
Entró a la cocina para informar a Matilde y se sorprendió al encontrar a Alex comiendo cereal con Ema en la mesa donde comía el personal de la casa, solo estaban ellos dos.
—Papi la señorita Fedora es muy mala, no quiero que me dé clases…
Irina se sintió intrusa, pues Alex le prestaba toda su atención a la niña, pero ya había entrado a la cocina y era tarde para retirarse, ya la habían visto.
—Buenos días —musitó Irina—. Buscaba a la señora Matilde.
—Ya nana Tita viene, está hablando con los jardineros —contestó Ema y miró a su papá pidiendo su atención halando su manga—. Papi, la señorita Irina hace las voces de los personajes de los cuentos.
— ¿Sí? La señorita Irina es muy hábil entonces —dijo Alex con el entusiasm