Capítulo 56. Recuerdos del pasado
La celda estaba en penumbra, iluminada apenas por un rayo de luna que se filtraba por una diminuta abertura en la pared. Joseph no había pegado ojo desde que Soriana lo visitó la primera vez. Sus palabras, como cuchillas envenenadas, seguían hiriéndolo por dentro.
Se sentó con las rodillas al pecho, la frente apoyada en los brazos encadenados, tratando de ordenar sus pensamientos. Pero en su mente solo había una imagen: Alina, riendo junto a él cuando aún eran dos jóvenes Moonlight sin preocupaciones, corriendo entre los pinos y chapoteando en el lago helado en las noches de luna llena.
—"¿Recuerdas cuando dijiste que no temías a nada?" —la voz de Alina, fresca y alegre, resonaba en su memoria.
—"Solo temo perderte" —se oyó a sí mismo responder, en aquel verano lejano.
Cerró los ojos con fuerza, como si así pudiera borrar los recuerdos. Pero las imágenes volvían, una tras otra, como olas implacables. La primera vez que Alina se transformó en loba, con su pelaje blanco reluciendo bajo