Capítulo 112. Contraataque
El sol comenzaba a descender sobre el territorio Blacknight, tiñendo de tonos cálidos las murallas del castillo, pero dentro de las paredes de piedra, el aire estaba cargado de tensión. Devon se encontraba en la sala de estrategia, rodeado de mapas, pergaminos y emisarios que le traían información de los movimientos recientes de Darkfang. Sus ojos recorrían cada señal, cada ruta posible de ataque y defensa, calculando y reorganizando los recursos de la manada. Su mandíbula estaba tensada, y su respiración medida, porque sabía que cualquier decisión precipitada podía costarle caro a su gente.
Alina entró en la sala, con el rostro aún marcado por el dolor y la indignación que le había producido el macabro “regalo” de Darkfang. Su paso firme y seguro mostraba que, su espíritu de loba alfa estaba allí en pie. Aunque era más precavida que su esposo y compañero que estaba enceguecido por la rabia.
—Devon… —dijo, con la voz firme, pero cargada de un matiz de preocupación—. Necesito que me es