Tras llegar temprano del trabajo, Evie fue a la casa principal de los Beresford, una rutina que había comenzado a implementar varios días a la semana para apoyar a Carol con Gwen, quien se quedaba en su vieja habitación tras perder a su hijo.
No estaba segura de si ella y Tyrone tenían problemas, pero sabía que debía estar deprimida por la pérdida de su hijo, y pensó que lo justo sería apoyarla para que volviera a ponerse de pie. Carol y Angus también estaba muy hundidos, así que le pareció justo que, a pesar de no tener una estrecha relación emocional con ellos, por el bien del recuerdo de Rowan debía apoyarlos.
Los cuatro se encontraban en el salón, conversando sobre el día y uno de sus nuevos proyectos. La próxima semana viajaría a Laois para conocer una casa en la que solicitaron específicamente su trabajo como diseñadora de interiores. Era una mansión en la campiña. Había visto algunas fotos y le parecía preciosa, pero necesitaba conocerla de primera mano, y también a los dueños,