—Lo harás, no está sujeto a discusiones. Quiero acabar con este fastidio de su parte, y ni me va ni me viene respirar tu mismo aire —espetó él y se encogió de hombros.
Acto seguido, llevó su silla hasta el largo pasillo por el que se fue su madre con Evan, y Brianna lo siguió.
—Entonces aquí irá mi cama, ¿verdad? —La voz de Evan resonó con calma.
—Sí, o podemos ponerla allá. —Esa fue Evie.
—Allá podemos poner mi mesa. Tuvimos que dejar la mía en Alemania, pero mami dijo que tendré una nueva y así podré ver mis clases.
—¿No irás a la escuela?
—Hmm… creo que sí, mami quiere que vaya a la escuela para que conozca a otros niños, pero también veo mis clases por internet con mis profesores.
—¿Qué clases ves? —Evie parecía interesada.
En el pasillo, Kane se detuvo antes de llegar al portal, y Brianna justo tras él.
—Veo clases de programación y desarrollo de software, también de francés y chino, y clases de música, que me gustan mucho.
—Oooh, eso es impresionante. Eres un niño muy inteligent