El hecho de que Kane Beresford convocara a una junta de accionistas había tomado a Ezra por sorpresa, porque aunque esperaba que sucediera, no pensó que sería específicamente él quien lo haría. Además, solo entonces se enteró de que ahora ese hombre tenía el diez por ciento de las acciones de la empresa.
¿Cuándo había comprado el otro cinco por ciento?
Pero no tenía tiempo para hacerse preguntas: el precio de las acciones de la empresa seguía cayendo, y aunque los programadores estaban usando parte del código base de Salma para reescribir algunas cosas, no era ni mucho menos perfecto, ni se le acercaba.
Los tratos caían, la crisis se agudizaba, ¿y ahora una junta de accionistas?
Dalila decidió acompañarlo esa mañana como apoyo, y al llegar a la empresa sintieron la tensión en el ambiente. Todos los empleados eran conscientes de la crisis, y de lo que el anuncio de la junta representaba.
Llegaron a la planta donde se encontraba la sala de reuniones grande, y Ezra se situó a la cabecera