Las cosas parecían escapársele de las manos y eso no le gustaba.

A pesar de tener apenas cinco años de vida, la forma de pensar de Evander era diferente a la de muchos niños de su edad, e incluso mayores, y en las últimas semanas había tenido algo entre ceja y ceja.

Sabía que su mamá estaba buscando la forma de recuperar la empresa de su abuela de las malos del abusivo viejo feo, y quería ayudarla; sin embargo, no encontraba la manera de hacerlo.

Su percepción de las cosas comenzó a cambiar cuando, una tarde al llegar con su mamá a buscar a su papá para llevarlo a casa, vio a dos personas mayores que le llamaron la atención por el increíble parecido que tenían con su madre, sobre todo la mujer. Pero nadie pareció darse cuenta.

Desde entonces comenzó a investigarlos, y el día en que fue a esa casa luego de que Kane aceptara el proyecto, solo lo confirmó todo: esas personas eran los tíos y abuelos de su madre. ¿Pero por qué parecían ocultarlo? Porque el parecido era evidente a sus ojos,