A la mañana siguiente se viralizó un video donde una llorosa Ivette salía diciendo que su malagradecida hermanastra había arruinado la empresa de su padre al retirar unas patentes que habían usado por años.
Armó todo un melodrama, la nombró con nombre y apellido y la acusó de traicionar a la familia que le dio todo, entre otras cosas.
Además, se fijó la audiencia preliminar para la demanda de Ezra para dentro de un par de semanas; sin embargo, ni Brianna ni nadie de los Beresford estaba al pendiente de las redes sociales, pues había ocurrido una tragedia.
Hugh Beresford, de treinta años, fue atropellado mortalmente, y ahora la familia coordinaba su regreso al país desde Países Bajos.
La noticia se regó como la pólvora en la élite de Dublín e Irlanda, y las llamadas de pésame no tardaron en llegar.
Mientras tanto, el ambiente en la casa principal de los Beresford era sombrío. Evander se quedó bajo el cuidado de su padre, en tanto Evie y Brianna tomaron un vuelo a Ámsterdam para apoyar