Hugh Beresford era, en efecto, su medio hermano.
Al pensar en eso, el ceño de Brianna se frunció un poco más, y le indicó a su hijo que se quedara en el mueble por un momento mientras ella iba a ver cómo estaba todo.
Evan asintió y se sentó en el sofá, aunque parecía curioso sobre lo que pasaba en el exterior.
Brianna salió de la casa y tomó el acceso hacia la residencia principal, donde encontró ya a su esposo, a su suegra y a la pareja de ancianos, todos con expresiones sombrías.
—¿Qué pasó? —preguntó apenas acercarse.
Angus la miró, pero no pudo hablar.
—Alguien atropelló a Hugh —dijo Kane—. La tía Gwen acaba de llamar para decir que ella y Tyrone van al aeropuerto para tomar el vuelo más cercano a Países Bajos. Aparentemente acababa de salir de un club y andaba por la calle cuando un auto que venía a alta velocidad lo arrolló. No se sabe mucho de sus lesiones ni su estado.
La muchacha de inmediato frunció el ceño y apretó los labios, sin poder evitar pensar en conexiones.
—Tendrem