Ava
Han pasado semanas desde que Dante se fue; no ha regresado ni me ha vuelto a marcar y no me interesa que le pase; tengo a alguien nuevo en mente.
Decido dejar a Dante; no voy a estar con este hombre que está loco y obsesionado con esa niña.
Me iré con mi antiguo amigo. Él me está consiguiendo toda la información acerca de ese hombre Vladímir.
Salgo de la casa con mi maleta y mis cosas. Tomo uno de los autos de Dante.
Es un pago por estar aguantando sus maltratos y sus humillaciones.
Meto mis cosas en el auto, entro a la puerta del conductor, pongo en marcha el auto y me voy de ahí.
Llego al pueblo y me estaciono cerca del muelle. Salgo del auto y comienzo a caminar por el muelle.
—Ava, veo que no has cambiado ni un poco —escucho una voz familiar a mis espaldas. Me doy la vuelta y veo a mi ex amante.
—Fabio, gusto en verte —le saludo. Me acerco a él con pasos sensuales y me doy un beso en los labios.
—Mmm, qué rico haces que los recuerdos lleguen a mí —menciona.
—Los rec