Abdel
Estoy sentado viendo los papeles en mi escritorio. No puedes creer lo que voy a hacer, pero es la única opción que tengo. En todo este tiempo a mi club no le ha ido bien.
Bueno, Dante se llevó a una de mis mejores mujeres; ella era la que escogía a muchas de las mujeres. Las que quedan solo provocan problemas.
Esta noche llegará el hombre al que le venderé mi club.
Tengo unos días tratando por medio de su socio y está interesado en mi club. Me da lo que pido por él.
No sé mucho sobre él, solo sé que es un ruso poderoso, pero a mí no me interesa; solo me interesa el dinero.
Esta noche vendrá para firmar el contrato y darme el dinero.
Escucho que alguien toca la puerta; es una de mis mujeres.
—Pase —gritó y la puerta se abre.
—Señor, es el ruso —me dice.
—Que pase y te vayas; déjanos solos —le ordenó y veo entrar al hombre alto, blanco, de cabello oscuro y ojos verdes—. Hola, mucho gusto, señor…
—¿Mi nombre no importa, o sí? —me preguntó.
—Bueno, ¿puedo saber su apelli