ULRIK
—La policía llamó hace unos minutos, quieren que vayas a declarar. Le dije que estabas en Hiraeth, y que ya tenías un boleto de regreso para que lo comprobaran —habló Asami con calma. Ella y mi padre estaban desde cámaras diferentes para facilitar las interacciones—. Le di la dirección en la que te encontrabas para conservar todo transparente, y me dijo que tal vez, dependiendo de cómo vayan las cosas allá con el secuestro de la Princesa y la crisis del país, algún agente vaya a ver que de verdad estás ahí.
—Entiendo… Entonces estaré a la espera.
—Además, doctor Jantzen. —Ella saltaba entre la formalidad y el tuteo, lo que se me hizo muy gracioso—. Estoy vigilando personalmente las interacciones de Mateo Abelard. Se puso en contacto con algunas personas para vender sus acciones, pero aún no mueve ficha.
—Tiene el siete por ciento de las acciones de la empresa, que se dice poco aunque sean muchos millones; sin embargo, no deja de ser un accionista de media tabla —comenté con calm