Capítulo 129; Noche para dos.
—¿Exactamente cómo, se salió de sus manos?, ¿No querían escapar?
—La verdad no— dijo él— Repito; conozco a Di Luca, y no quería arriesgar nuestras vidas.
—En el fondo puedo entender un poco al diablo — dijo Iker, mirándo a Miranda— debe ser horrible que te arrebaten lo que más amas— Miranda, tomó la mano de su amado y la colocó contra su mejilla.
—No era amor precisamente lo que demostraba— dijo Angelo— cuándo amas, no lastimas, no hieres, das todo cuanto esté a tu alcance por verla sonreir, eso no era lo que demostraba Di Luca. aquel día encontré a Lara, a poco de quitarse la vida.
—¡NO!—gimieron las mujeres y Miranda, miró con dolor a su prima.
—Asi es, no es algo que me enorgullezca— dijo Lara— aquel día estaba decidida a acabar con mi vida, sabía que no podría escapar de Giovanni, y. . . yo no podía soportar seguir viviendo así, estaba cansada del encierro, los malos tratos, las ofensas, los golpes, sobre todo los golpes, era algo que no quería seguir viviendo, sentía que