Capítulo 128; Merece saberlo.
Miranda, observó fijamente a Iker, maldijo internamente al italiano que había llegado a destilar su veneno y arruinar su tranquila mañana.
—No deberías poner gran cuidado en lo que ese desgraciado dice— se giró dándole la espalda y arrojando el teléfono a la cama, cerró los ojos con fuerza intentando tranquilizarse un poco.
—Sé quién es Giovanni. . .
—Si sabes quién es, deberías saber que sólo quiere generar conflictos entre nosotros— lo interrumpió, girándose nuevamente para ver sus hermosos ojos.
—Si, eso es cierto, a Di Luca, le encanta generar conflictos — la miró a través de una mirada perspicaz — pero no es un hombre que da puntada sin dedal— su rostro era sombrío, lleno de preocupación — me estás ocultando algo Miranda, y no me agrada, me hace sentir. . . — la ternura había abandonado su voz— si intenta generar molestias es porque sabe que puede hacerlo. Vamos, dilo de una vez.
—No es necesario, mi amor. . . por favor.
—Miranda. . . dime, ¿de qué habla Di Luca?, ¿Me lo