Lara y Miranda, son hermanas, comparten algo más que ADN y características físicas, son copartícipes su mayor desgracia; los seres que las trajeron al mundo. Lara, toma la decisión de entrar al turbio mundo de Miranda, y su vida está por dar un giro de ciento ochenta grados, ambas ingresarán al oscuro mundo de la mafia, Lara de mano de Giovanni Di Luca, y Miranda, en los brazos de Iker Sokolov, empieza un cuento de hadas que no tardará en venirse abajo, cuándo uno de los príncipes, se convierta en sapo. . . O en ogro, porque Lara Adam, está por vivir un completo infierno.
Leer másMiranda, llegó bien entrada la madrugada, estaba agotada y se sentía desmoralizada, no había sido una buena noche, y su padre no estaría nada feliz, suspiró con pesar, al menos podría descansar un poco antes de tener que enfrentar a su madre.
¡Que vida más miserable!
Tanto trabajar. . . de aquella manera e igualmente no tenía nada, ni un solo centavo. A sus veinticuatro años, se sentía con mucha más edad, agotada, cansada, con tantos sueños frustrados, tantos anhelos buenos deseos, que jamás cumpliría, porque estaba convencida de que llevaría es miseria por siempre. Si no fuese por Lara, si no tuviese a cargo su pequeña hermana. . . acabaría con todo, pero no podía despedirse del mundo dejando a su hermana a merced de sus padres.
Se sacó los altos tacones, y caminó descalza por la casa hasta la habitación de fondo, era la suya, igual que la de Lara, era una habitación diminuta, sin gran espacio, y ninguna ventana, evitaba pensar en ello, no quería un ataque de ansiedad por sentirse asfixiada. Entró y se arrojó a la cama, dejándose caer con un pesado suspiró. Pocos minutos pasaron cuándo la puerta de la habitación se abrió. Miranda, se sentó de golpe y con mirada fija y llena de terror contempló a su padre.
-Estabas demorando- dijo enojado.
-Lo siento, padre -retorció sus manos nerviosas- no fue una buena noche.
-¿Estás tratando de decirme que no tienes mi dinero?- dijo con tono amenazante y luego se acercó a la cama mirándola con desprecio.
-Si, he traído dinero, padre - extendió la mano, tomando la bolsa, sacó todo el dinero y se lo tendió- aquí tiene.
-¿Es todo?- preguntó enojado.
-Si. . . si, padre. Es todo, le he dicho que no ha sido una buena noche.
-¿QUÉ ES ESTO?- con violencia le arrebato la bolsa de la mano para hurgar en ella, frustrado al no encontrar más la arrojó al suelo- ¿ME CREES IDIOTA?, ¿ME DIRÁS QUE ESTO ES LO ÚNICO QUE CONSEGUISTE? ¡NO SOY ESTÚPIDO!- gritó furioso- ¡DAME MI DINERO MIRANDA, M*****A SEA, DAME MI DINERO!
-NO TENGO MÁS, LO JURO- gritaba ella angustiada, su padre elevó la mano descargando la con fuerza contra su mejilla, Miranda gimió- adolorida cuándo la cama la recibió, inmediatamente sintió el sabor metálico inundando su boca, elevó sus ojos llenos de lágrimas, los golpes no eran nada nuevo, pero igualmente le dolían.
Lara, despertó asustada por los gritos, abrió sus hermosos ojos en medio de la oscuridad. ¿Qué estaba ocurriendo? Fue lo primero que pensó, los gritos venían de la habitación de su hermana, seguramente su padre la golpeaba nuevamente, sin poder contener el impulso, saltó de la cama y descalza como estaba corrió a la habitación de Miranda.
Al llegar, la puerta estaba abierta, y su hermana estaba sobre la cama, cubriendo su rostro, apartó y la mano y un hilo de sangre bajo de su labio inferior. Lara, abrió los ojos enormes, allí estaba su padre, de pie junto a la cama de su hermana mayor, con rostro enfurecido.
-¿Qué. . . qué sucede?- preguntó débilmente.
-Nada, no ocurre nada, Lara- le dijo su hermana- todo está bien, cariño, vuelve a tu habitación, por favor- le dijo Miranda con voz temblorosa.
-LO QUE SUCEDE NO ES ASUNTO TUYO, O SI QUE LO ES, DEBERÁS SALIR A TRABAJAR TAMBIÉN, ÉSTA CASA NO SE MANTIENE SOLA- Lara, lo miró estupefacta por todo el desprecio en su voz.
-Lara no puede trabajar, ella debe estudiar.- interfirio Miranda.
-¡TÚ CÁLLATE!- la miró furioso.
-No hay problema, padre, yo puedo salir a trabajar pero. . .no es necesario que golpees más a Miranda, por favor.
-YO PUEDO HACER CON MI HIJA, LO QUE SE ME DÉ LA GANA, Y NI TÚ, NI NADIE PUEDE JUZGARME. ¡ES MI HIJA!- Gritó enojado.
-Usted la está golpeando, padre, va a matarla- le dijo con los ojos llenos de lágrimas.
-¿Y ESO QUÉ?-caminó hasta ella y la miró desde su imponente altura, Lara, se sintió pequeña, diminuta, insignificante e intimidada.
-Padre. . . yo. . . - Miranda, corrió y se interpuso entre ellos, tirando de Lara y ubicandola detrás de ella, para protegerla con su cuerpo, sirviendo como escudo.
-Lara, no tiene nada que ver en esto, padre- dijo ella de forma protectora.
-Por supuesto que sí, es otra que está en mi casa viviendo y comiendo de a gratis, que salga a trabajar. ¡Tu madre es una idiota, está criando una inútil!- Lara, abrió sus ojos enormes, tanto por las palabras como la ofensa.
-Padre, no le permito. . . -quiso decir, saliendo detrás de la protección de su hermana mayor.
-TU A MI, ME PERMITES LO QUE SE ME VENGA EN GANA.- Las miró con odio- PONTE A TRABAJAR, O VOY A MOLERLA A PALOS A LAS DOS. ¡ESTÁ MISERIA NO ALCANZA PARA NADA, MIRANDA!.
-Lo siento, padre - se disculpó queriendo llorar- mañana traeré más, lo prometo - su padre no dijo nada, miró a la una, luego a la otra y girándose se marchó.
-Desde mañana saldré a buscar empleo- secó sus lágrimas- entre las dos será más fácil.
-Conseguir trabajo aquí no es fácil Lara, si no tienes experiencia, no te tomarán en serio, además, quisiera que pudieras estudiar, quisiera que tuvieras un futuro mucho mejor que el mio.
-Hemos luchado Miranda, pero ambas sabemos que es imposible- dijo con dolor- no lograré estudiar, así como tú tampoco lo hiciste.
-Trabajar no es fácil, Lara, entiéndelo- dijo limpiando la sangre de la comisura de su boca.
-Eso no es problema, yo aprendo muy rápido, seguramente lograré conseguir un empleo que ayude a qué padre esté contento y dejé de golpearnos- Miranda, suspiró y negó.
-Sin experiencia, lo que te pagarán no alcanzará para nada- la abrazó - me esforzaré más en el trabajo, lo prometo.
-Pero no es justo que lo hagas tú sola, Miranda, ya soy mayor de edad, puedo ayudarte, es justo que lo haga, quizás hasta pueda comenzar a guardar algo a escondidas.
-¡No!- dijo asustada- recuerda lo que sucedió cuando lo intenté, padre casi me mata a golpes, no podemos esconder dinero, Lara, si se da cuenta estaremos perdidas.
-Pero no es justo, Miranda- lloró - no es justo que se quede con todo, que no compre buena comida, que se gasten todo tu dinero entre él y madre, no hacen más que alimentar sus vicios con tu dinero.
-Lo sé, pero te prometo que algún día podremos escapar de esto, cariño- sus ojos se cristalizaron- solo debo encontrar la manera de lograrlo. Un trabajo, no creo que nos ayude mucho para cubrir el deseo de ellos.
-No importa, quizás pueda encontrar dos trabajos de medio tiempo- tocó la mejilla de su hermana- no quiero que él vuelva a golpearte, ni a mí tampoco.
-Lara, querida, no tienes ni idea- la miró con miedo- traigo grandes sumas de dinero, cifras enormes y aún así no es suficiente.- dijo con dolor.
-Quizás, puedas llevarme a trabajar contigo- le dedicó una media sonrisa- ambas podríamos traer las mismas cifras y así tranquilizarlo.
-No, Lara, lo último que quiero es que tú te involucres en mi mundo. Tú eres mejor que eso, quiero mantenerte lejos, lejos de mi trabajo.
-¿Por qué?, ¿A qué te refieres?- le preguntó frunciendo el ceño.
-Mi trabajo no es decente Lara, yo. . . trabajo vendiendo mi cuerpo- dijo avergonzada y ella abrió los ojos enormes ante esa confesión.
-¿Qué?- preguntó con voz ahogada y ojos llenos de dolor, no sabía cuánto ganaba su hermana, pero sabía que era mucho, ahora descubrir que ella. . . era demasiado doloroso.
-Sé que no es fácil de entender cariño- dijo con dolor- y no es algo de lo que me sienta orgullosa, pero fue la única manera que encontré.
-Pero. . .¿ por qué?- gimió.
-Porque no conseguí ningún trabajo con el cuál pudiese satisfacer las exigencias de nuestros padres- bajó la mirada- los trabajos normales no le daban ni para cubrir los gastos de la casa, y ellos seguían exigiéndome cada vez más y más, para sus vicios, más golpes, más dolor, más angustia, me fueron cercando, Lara, no tuve más opción, o al menos no encontré ninguna otra- dijo en un susurro.
QUERIDOS LECTORES, ESTE CAPÍTULO NO ESTABA DENTRO DE MIS PLANES INICIALES, PERO UNA LECTORA ME HA PEDIDO SABER UN POCO MÁS DE LO OCURRIDO CON LOS HIJOS Y ME HA VENIDO ESTA IDEA A LA CABEZA, AUNQUE NO ERA ALGO PLANEADO, ESPERO QUE LO DISFRUTEN.******************************************************************Ocho años más tarde...Un día en familia, no existia en el mundo algo que los llenara de alegría más que un día en familia, compartiendo del afecto y los lazos emocionales que los unian.Annika era la abuela más feliz del mundo, y amaba poder disfrutar de esos adorables nietos que desde su nacimiento habían llenado su vida de dicha y alegría... como pocas veces lo había experimentado en la vida.—¡Qué alegría llegar a esta casa y encontrarme con todos reunidos!— exclamó Annika Sokolova, sus ojos brillaron llenos de ilusión al observar al trío de niños que jugaban felices.—¡ABUELA, ABUELA, ABUELA!— gritaban felices mientras corrían para abrazarla y llenarla del enorme cariñoq ue
Miranda, se aferró con fuerza a la espalda de su amado, quién arremetía con pasión contra su cuerpo, elevándola a las cimas del placer, su boca entreabierta dejaba escapar lastimeros gemidos de pasión, mientras su cuerpo era embestido.—¡Oh, por Dios, Iker!— gemía mientras las uñas se hundían en la firme piel de su esposo— ¡POR DIOS!— sus ojos se abrieron enormes, mientras su cuerpo fue catapultado violentamente a la culminación, su boca se abrió en un alarido de satisfacción, mientras su cuerpo se contraía, su pecho se elevaba, alejándo la espalda de la cama y aplastándo sus senos contra el firme pecho de Iker Sokolov, el ardiente mafioso gimio también, seguido de dos firmes empujones más, y al sentir como sus las caderas de su esposa de elevaban y su interior lo oprimía, se dejó arrastrar por su propia satisfacción desplomandose sobre su amante, unos segundos después se movió, evitándo aplastar con su peso a la mujer que amaba, chocándo su espalda contra la cama, arrastró también a M
Después de dejar algunos asuntos resueltos en Sicilia, ambas parejas decidieron que era momento de volver a Rusia, anunciar a la familia Sokolov el futuro evento que tanta dicha les traería, e iniciar los preparativos de la boda doble, seguramente Annika Sokolova, estaría feliz de encargarse del más mínimo detalle, al fin, su único hijo varón se casaba, lo que un día creía imposible, se llevaría a cabo gracias al amor y fidelidad que Miranda le había demostrado, porque si se puede ser feliz, si puede haber amor incondicional, pero no lo encuentras en la esquina, no lo encuentras con cualquiera, y ese es el grave error que muchas veces cometemos, esperar lealtad de todos, cuando hay personas que no se son leales ni a si mismas. Con el capítulo cerrado en Sicilia, tras la muerte de Giovanni Di Luca, el viaje a Rusia fue tranquilo y esperanzador para los cuartos, quienes comenzaban a disfrutar de aquella nueva etapa en sus vidas, resultaba inquietante que para poder disfrutar de aquella
Las hermanas recibieron una invitación para cenar fuera, así que se dedicaron a prepararse para la salida. Sería un momento de paz y tranquilidad, de compartir juntos un poco de armonía después de tantos conflictos y malas situaciones vividas.Iker, al fin tenía junto a él a su adorada Miranda, la tranquilidad y paz de su alma, ahora que todo había llegado a aquel punto, podrían regresar a Rusia, tener una bonita boda y disfrutar de una vida junto a ella, sabiendo que el corazón de su amada estaba en paz, ya que nadie volvería a dañar a su querida hermana menor. Miranda, respiraba paz, tenía al hombre que amaba a su lado, estaba en casa, y tenía a su hermana también, y ahora, fuera de peligro, no corría el riesgo de tener a Di Luca siguiendo sus pasos, no había la posibilidad de que la encontrase y la arrancase de su lado.Lara, al fin respiraba con tranquilidad, la pesadilla había acabado, ahora podía dedicarse a ser feliz, esa felicidad que creía que todos se merecían, esa felicid
Lara se mantuvo en silencio durante todo el trayecto de regreso a la villa... Si, Giovanni ya no estaba, la pesadilla había terminado, sin embargo no solo él había perdido la vida, ellos habían perdido a un leal amigo como Alonso, y a un gran hombre como Loretti, ¿realmente habían ganadores? No lo sabía, pero sospechaba que no, nadie podía salir ganador en aquella situación, en una guerra más que ganadores, existen sobrevivientes. Lara, sintió la caricia en su brazo con dulzura, atrayendo su atención hacia su acompañante.—¿Está todo bien, amor mío?— preguntó Angelo con los ojos fijos en ella, mirándola con toda la dulzura que guardaba solo para su amada Lara, ella frunció el ceño y luego lo relajó.—Si, mi amor, supongo que sí— intentó sonreír pero sólo quedó una ligera mueca en sus labios. — lamento mucho lo de Alonso...también Loretti...—Si—la mirada de Angelo se cargó de tristeza — son dos perdidas enormes, pensé que Alonso podría salir con vida de ésto, y de verdad me pesa dema
— Señor— dijo Bernardo, en su voz se notaba cuán preocupado estaba.— No te detengas, Bernardo, solo sigue manejando, intentaremos escapar de ellos— no pasó ni un minuto cuándo Giovanni, escuchó como Bernardo maldecía a voz baja y con los dientes fuertemente apretados.— ¿Qué diablos sucede, Bernardo?— preguntó Di Luca, girándo la cabeza y viendo a los dos autos que le seguían.— Vienen dos autos de frente, señor— le dijo, para luego buscar en la guantera y sacar el arma que guardaba allí. Giovanni observó por la larga y serpenteante vía, a lo lejos vislumbró las dos camionetas que se acercaban a gran velocidad, aquella no era una vía muy transitada, era obvio lo que estaba sucediendo.—¡Carajo Bernardo, es una emboscada!—dijo tenso, mientras buscaba bajo el asiento y tomaba otra pistola, sacándole el seguro.— No están jugando, vienen por mi.— Van a matarnos, señor.— En el mejor de los casos—sonrió— si hay en Lara tanta sed de venganza, seguramente querrá torturarme un par de s
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