ADELAIDA:
Los días fueron pasando, mi vientre está aumentando de tamaño considerable, mi entrenamiento con Raizel está dando resultado y ya estoy aprendiendo a controlar mi magia.
—Eres la emperatriz ninfa Adelaida, tu controlas el bosque, no el bosque a tí.
Me explica Marla y asiento suspirando.
—Para ti es fácil decirlo Marla… Llevas toda la vida entranando y yo apenas estoy comenzando.
Le digo desanimada y ella me mira a los ojos.
—Sé que no es fácil Adelai… Pero se que tú eres fuerte y puedes dominar todo tu potencial, naciste para esto.
Dice la bruja y la miro a los ojos.
—¿Qué pasa si nunca llego a controlarlo?
Le pregunto y ella niega.
—Sé que puedes, ten más confianza en ti misma.
Sus palabras me dan animos y observo todo el bosque en el que estoy rodeada y cierro los ojos.
Me concentro en cada cosa que hay en el bosque y moviendo mis manos un poco hago que todo se detenga.
Abro los ojos de golpe y observo todo el bosque paralizado.
—Marla…
Menciono su nombre emocionada y esta