Después de cenar, Clarissa se sentó en la cama y encendió la televisión, cambiando de canal en canal. Probó y probó, sin encontrar nada que le interesara y, al final, dejó una novela de amor.
No estaba prestando mucha atención al programa, solo mantenía el sonido de fondo mientras sus pensamientos se desvanecían en otro mundo.
Su teléfono vibró con un mensaje de Maxence, diciendo que Giovanni había preparado algunos bocadillos cerca, todos sus favoritos.
Pensó que Giovanni probablemente había usado a Maxence para enviarle el mensaje, lo que indicaba que Giovanni quería que fuera.
Clarissa miró el reloj, ya eran las 9:25 p.m. Se levantó de la cama, caminó hacia la puerta, sacó la tarjeta de la habitación y salió. Se quedó frente a la puerta de la habitación contigua.
Clarissa tocó el timbre.
El timbre sonó, pero nadie abrió la puerta. Pensó que tal vez Giovanni estaba ocupado o Maxence había enviado el mensaje por error.
Volvió a presionar el timbre, pensando que si no abrían la puerta,