Novák:—¡Giovanni! ¿Te queda algo de decencia? ¡Ya basta de presumir, por favor!Roger:—¡Giovanni! ¿Te queda algo de decencia? ¡Ya basta de presumir, por favor!
Novák: —¿Qué?
Parker: —¡El de arriba! Novák, ¿puedes organizar mejor la fila? ¡Hermano, Giovanni, ¿te queda algo de decencia?! ¡No puedes ir por ahí presumiendo así, por favor!
Y luego venía el último comentario.
Había un montón de respuestas a la publicación de Giovanni.
La mayoría de los socios de negocios solo dejaron un like o algún “felicidades”, lo básico, pero sus amigos del alma, esos que ya lo conocían bien y que habían sufrido por su culpa, respondieron con pura ironía.
El primero en decir algo fue Javier.
Era muy probable que Giovanni les hubiera escrito a cada uno en privado antes de subir la foto, y eso lo hacía todavía más gracioso.
Giovanni estaba disfrutando ver todo ese desorden.
No contestó ningún comentario, solo alzó una ceja, dejó el teléfono sobre la mesa y siguió tranquilo.
—Tengo que ver a Vittoria en la m