Pueblo.
Moros.
Ahora que estoy aquí, me doy de cuenta de que extrañe este lugar como a nada en el mundo.
O mejor dicho, lo que hay dentro de el.
A pesar de ser de noche aún se siente la alegría de sus calles a través de los colores vibrantes, el olor del pan fresco sigue en el aire y las brisas frías son solo otra suma positiva a tan encantador lugar.
Una lástima que no sea capaz de disfrutar de ello por completo, mi caminata hacia el hogar de que mi querida me impedía disfrutar de todo lo hermoso que me proporciona el ambiente.
La preocupación de que ella esté mal, ya que una visita del dios de la medicina no se puede tomar a la ligera.
Menos cuando con una simple acción de sus manos, me dio el diagnóstico entero de su estado actual.
Sentí un poco más de calma al llegar antes esa puerta, las posibilidades de verla con cada segundo solo se volvían más grandes.
No me torture, solo abrí la puerta para llegar a ella tan rápido como sea posible, animarla a vivir y que goce todo lo que ten