| 67 parte II |

Mika:

~~~~~~~~~~~

Dos días después.

~~~~~~~~~~

Hoy me iba a California a ver a mi madre, no sabía realmente como me sentía con todo esto. Saber que mi hermana seguía viva y ahora estaba casada y con un hijo, era algo mucho más que difícil de asimilar, pero por dentro agradecía a todos los dioses existentes de que ella estuviera con vida.

Seguía pensando en el beso que me di con Carlo, puedo decir que no me gustó, pero tampoco me gustó, es difícil de explicar, solo lo hice por hacerlo y se muy bien que después de eso el orgasmo de emma fue increíble. Sinceramente jamás pensé hacer algo así, pero no me moleste en hacerlo, simplemente fue algo que me dió igual, es solo nosotros disfrutando de nuestra sexualidad y ya. Se muy bien que mi relación con Carlo no cambiaría, seguíamos siendo amigos.

Terminé de preparar mi maleta, sinceramente no sabía cuántos días estaría en California, lo único que sabía era que quiera ver a mi hermana y ya, nada importaba más ahora.

Los chicos me dijeron que Emma saldría a una fiesta el sábado y yo, no tengo ningún problema de que ella se divierta, yo más que nadie se cómo se esfuerza estudiando y como se concentra en todas las clases, creo que merece divertirse un poco aunque por dentro me esté muriendo de los malditos celos, de sólo pensar en que muchos la estén mirando, hace que mi sangre hierva, pero no quiero cometer otro error celandola de esa forma como hace tiempo, no quiero que esté molesta conmigo por nada del mundo.

Ya lista mi maleta bajé hasta la sala, Axel se quedaría con Carlo para hacerle compañía.

—Ya estoy listo —sonreí.

—Llamanos para saber cómo fue todo —asentí—, sería genial que llegaras el sábado, tendremos una noche de chicos nosotros ya sabes... Comida y bebidas, quizá unos videojuegos, Kurt vendrá.

—¡Jah! Y se antojan de haberlo justamente cuando me voy —negué—, me decepcionan, en serio.

Carlo rió —No seas dramático Mika, podremos repetirlo pero con Emma aquí, ella se va de fiesta con Jess y nosotros nos quedamos aquí.

—Antes me hubiese ido a una discoteca a buscar muchas chicas pero... Ya estoy muy enamorado así que eso quedó completamente descartado.

Hablando de Emma, tengo que llamarla para despedirme, no tendré tiempo de ir a verla.

—Bueno, me voy, por favor no ensucien mi departamento, mantenerlo limpio, sale muy caro.

—¿Que dices? —Axel rió—, si Carlo es el que limpia el enorme departamento y tú desorden.

—Eso es mentira —negué—, mejor me voy, no tengo tiempo para discutir con simples mortales como ustedes.

—Tu y tú ínfulas de Dios del Olimpo —Carlo bufó.

—Tienes envidia de que no puedes ser un Dios como yo querido amigo —reí.

—Basta los dos —Axel rió—, mejor vete, se te hará tarde.

Me gustaba molestar a Carlo, pero no era con mala intención, adoraba a mi mejor amigo. Son los únicos amigos que he tenido en lo largo de mi vida. Creo que sin ellos estaría muy perdido.

Me despedí de ambos con un abrazo y salí del departamento, baje hasta el estacionamiento y subí mi maleta, me acomodé el traje y los lentes, subí a mi auto y maneje directamente al aeropuerto, en el camino llamé a Emma y de una vez contestó.

Mi amorcito.

Cómo amaba su voz.

—Bonita, te llamo para decirte que no podré ir a verte —pare el auto en un semáforo—, anoche me acosté demasiado tarde y me levanté tarde también —ella rió—, lo lamento.

Ya puedo imaginar Porqué, pero tranquilo... Sólo llámame cuando estés allá y después que hables con tu madre ¿Si? Recuerda que me tienes contigo así no esté allá..

Ya me conocía un poco más, anoche estaba tan ansioso de ver a mi madre que me costó demasiado quedarme dormido.

—Gracias mi amor, te llamo cuando llegue, te amo.

¡Y yo a ti guapo! —chilló feliz— pórtate bien ¿Si? Te amo mucho guapo.

Reí —Y yo, cuídate mucho en esa fiesta por favor, recuerda que no estaré aquí hasta en unos días, no quisiera que nada malo te pase.

Estaré bien guapo, Jess cuidara de mi y yo de ella, de igual forma si me aburro me iré a tu departamento ¿Está bien?

Escucharla decirme eso no me alivió para nada, sentía un enorme nudo en el estómago, no sabía si era por ver a mamá o preocuparme por mi novia.

—Esta bien bonita.. Te dejo, ya estoy llegando al aeropuerto, te amo y escucha esto por favor, no aceptes bebidas de nadie en la fiesta así los conozcas, solo recibele bebida a Jess... No quiero que nada malo te pase allá, por favor —la preocupación era latente en mi voz.

Lo haré, no recibiré nada de nadie, lo prometo, te amo y ten un buen viaje, por favor regresa a salvo.

—Te amo —ella colgó.

Guarde mi teléfono y estacione el auto en el aeropuerto, baje mi maleta y mi bolso de mano, ya listo me adentré al aeropuerto e hice todo lo correspondiente para pasar, llegué justo a tiempo para abordar.

Mi mamá no sabe que estoy yendo para allá, solo espero que todo esto no le vaya a pegar tan duro.

Horas después.

California.

~~~~~~~~~~~~~

Ya había llegado a California y mis nervios estaban a flor de piel, después de hacer lo correspondiente para salir del aeropuerto, subí a un taxi y le di la dirección de la casa de mi madre, ella vivía en Los angeles, no estaba tan lejos del aeropuerto así que seria rápido llegar.

El taxista me dejó en la casa de mi padre, pague y bajó mi maleta, tomé una larga respiración y caminé hasta la puerta, toque dos veces el timbre y esperé que ella abriera la puerta. Poco después lo hizo.

Hace unos cuantos años no veía a mi madre, seguía siendo esa mujer hermosa de la cual siempre amé y sigo amando, su cabello oscuro y esas facciones me hicieron recordar a Mikaela, ambas se parecen mucho.

—¡Mika! —dijo sorprendida, yo de inmediato la atraje hacia mi y la abracé.

—Hola mami —susurré.

—Mi bebé.. —frotó mi espalda.

Siempre me llamaba bebé, jamás me molestó que lo hiciera, era su forma de demostrarme que me ama, ella ha Sido la primera persona que me hizo ver que el mundo no era tan malo y que no debía creer lleno del odio que mi padre intentó sembrar en mi. La extrañaba tanto.

—Mirate —tomó mis mejillas—, estás más guapo que de costumbre y esos ojitos dicen una cosa... ¿Te has enamorado?

Mi madre me conocía demasiado, ella sabía cuando algo estaba mal en mi y ayudaba a mejorarlo.

—Si mamá, me he enamorado —sonreí.

—No sabes lo feliz que me hace escuchar esto... Pasa, Arthur está adentro, justo ahora tomaremos café en el jardín.

Arthur es un buen tipo, se podría decir que un poco de mi personalidad se debe a el, ya que es un tipo bastante alegre y con una personalidad un poco peculiar, se podria decir que fue como un buen padre para mí, supo cómo aconsejarme en varias ocasiones.

Ambos pasamos a la casa y dejé la maleta en la sala, la casa seguía igual, solo que mamá le cambió el color, pero todo seguía siendo igual, fotos de mi y los chicos en la universidad y fotos de Mikaela conmigo cuando éramos niños. Pasamos al jardín y ahí estaba Arthur sentado con unas bermudas y musculosa puesta con unas sandalias de cuero, se veía horrible.

—¡Joder pero si es mi muchachote! —se levantó y me abrazó— estás más alto que de costumbre, te estás alimentando bien ¿Eh? —levantó las cejas varias veces.

Yo solo pude reírme, sabía que diría algo así.

—Arthur no empieces —mamá le dió un golpe.

—Pero míralo Aurora, está más alto y hasta más apuesto —reí de nuevo.

—Es bueno verte de nuevo Arthur.

—Te he dicho que me llames papá, no Arthur, sabes que para mí eres mi hijo —sonrió.

—Lo intentaré.

Arthur lleva muchos años con mamá, están desde que tengo dieciocho años y se siguen amando después de todo, a él jamás le importó que mamá fuera la esposa de un mafioso ruso, solo se preocupó por amarla y darle todo el amor que mi papá no pudo darle.

Me senté en el jardín con ellos y les conté lo que he hecho en estos meses, sobre mi trabajo, mi relación con Emma y del como me enamoré de ella, era obvio que se iban a sorprender al saber que estaba en esa relación polígama.

—Me dejas impresionado muchacho, siempre creí que tendrías un harem o algo así —el rió— pero me alegra saber que te has enamorado de esa muchacha.

—Espero conocerla pronto —mamá sonrió—, por lo que dijiste se ve que tiene carácter y es una buena chica.

—Lo es —sonreí—, fue una de las cosas que me enamoro de ella.

Era más que obvio que mamá no sabía sobre Mikaela, si no, me lo diría de inmediato.

—Mamá.. ¿Has hablado con Anton?

De inmediato ella se tensó un poco y Arthur tomó su mano.

—Si —asintió—, hace unas semanas me llamó para decirme que Mikael estaba muerto.

—¿Cómo te sientes respecto a eso?

—Libre, si, el me había dejado libre hace tiempo, pero igual me sentía presa con saber que el seguía con vida, sabes muy bien que el me quitó muchas cosas, incluida a tu hermana... No dejó que se fueran conmigo, para mí eso fue duro hijo, agradezco tanto a la vida por habérselo llevado después de hacerlo sufrir tanto con la pérdida de Margarita y su hijo.

—Espera mamá... ¿Tú sabías eso?

—Supe que tenía esposa cuando hace unos años vino a verme y habló conmigo, para ser sincera al inicio de haberlo conocido lo odié porque era producto de la infidelidad de tu padre, pero me di cuenta con el tiempo de que no podía odiarlo, el no tenía la culpa de nada —negó—, hasta que lo quise como mío, solo que eso lo mantuvimos en secreto por ti, porque sabía que lo odiabas por cómo era y en aquel tiempo no ibas a escucharme. Anton no tiene la culpa de nada hijo, el solo quiso a alguien que lo quisiera de verdad, una familia... Cuando lo tuvo, tu padre se lo arrebató de la peor manera y.. agradezco tanto de que no se haya perdido en nada malo.

No sabía que ellos tenían ese tipo de relación, no me molesté, porque ella tenía razón, Anton ha pasado por mucho y el no merecía que le pasara nada.

—Entiendo mamá, yo dejé de odiarlo hace poco, aunque me cuesta un poco llevarme bien con el, no lo odio.

No lo odio porque le salvó la vida a mi hermana.

—Eso es bueno hijo —palmeó mi mano—, hace unos días me llamó y me dijo que vendría de visita, no me dijo cuando pero... Dijo que vendría.

Sabía que vendría con Mikaela, quería hablar pero no podía, las palabras no salían. Mis nervios aumentaron cuando el timbre de la casa sonó, Arthur fue a abrir y poco después llegó con su cara pálida, habían llegado. 

—¿Quién era? Dios estás pálido querido.. —mi mamá soltó con preocupación.

Me levanté de la silla y miré hacia la puerta del jardín y ahí estaba ella. Mi hermana.

Sus ojos seguían siendo los mismos, hermosos y llamativos, su nariz y boca, su piel pálida y su cabello... Era de otro color, era ella, estaba igual que la última vez que la vi, mi garganta ardía por el enorme nudo que tenía, ella me sonrió y caminó hasta mí, estaba frente a mi y aún no lo creía, ella estaba llorando y no me di cuenta de yo estaba igual.

—Mirate Mika... Eres todo un hombre ahora —sonrió entre lágrimas—, has crecido mucho.

De mi boca no salió palabra alguna, solamente la abracé fuertemente y rompí en llanto con ella en mis brazos, ahora después de tantos años mi hermana estaba aquí, mi hermana estaba viva y conmigo. Después de un rato abrazados ella fue a dónde mamá quien seguía en shock, Mikaela la abrazó y mamá rompió en llanto, Arthur tuvo que sostenerla porque mamá casi se cae al suelo de la impresión. 

Después de un buen rato entre abrazos y mucho llanto, ví a Anton quien miraba todo de lejos, a su lado estaba un hombre quien sostenía un niño de unos cinco o seis años.

—Mamá, Mika, les presento a Christopher, mi esposo y Christian, mi hijo —ella sonrió.

Estreché la mano del hombre frente a mi y miré al niño, era idéntico a ella, todo un Voslov. Mama no perdió tiempo de abrazarlo y cargarlo, el niño no parecía asustado por nada.

Pasó mucho tiempo para que nos sentáramos a hablar con Mikaela y Anton, Arthur se hizo cargo del esposo y el hijo de mi hermana para poder hablar a gusto.

—Aún no puedo creer que estés aquí —mamá acaricio su mejilla—, no sabes cuánto he sufrido por creerte muerta.

—Lamento tanto que hayan tenido que pasar por todo esto —ella lloraba—, pero era necesario que no supieran de mi hasta que aquel hombre estuviera muerto, no podía arriesgarme a mi o a mi hijo.

—Eso lo entendemos hermana, ya a estas alturas no puedo molestarme por nada, lo que realmente me importa es que ahora estás aquí —ella me sonrió—, ya puedes estar más tranquila y poder vivir sin miedo.

—Y eso es gracias a Anton —ella le tomó la mano—, solo quiero no lo odien por hacer lo correcto para mí, yo misma le pedí que armara todo ese plan, necesitaba irme lejos de el, ahora soy libre, estoy enamorada y feliz con mi esposo e hijo... También el que viene en camino.

—¿Estás embarazada? —Anton preguntó con un poco de emoción en su voz.

—Asi es, tengo casi un mes, hace unos días nos enteramos. —sonrió feliz.

—Felicidades mi niña —mamá la abrazó—, ahora la familia crecerá, no saben lo feliz que estoy ahora.

Me sentía tranquilo ahora de verla aquí, teníamos estos días para hablar como los viejos tiempos, ahora me concentraré en cuidarla a ella y mis sobrinos, estaba.feliz por qué estaba al fin con nosotros, ya todo estaba tomando su curso, ya tenía a mi familia completa.

Quiero formar la mia propia junto a Emma, verla con una linda pancita y siendo mi esposa, iba a luchar y esperar para hacer ese sueño realidad.

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App