Emma:

Hoy era la cita con los tres, sinceramente estaba muy nerviosa, ansiosa y demás.. Lo único que esperaba la noche de hoy es poner en orden mis sentimientos hacia ellos, si le gustan, pero deseo conocerlos más, aunque aún me sentía avergonzada porque ellos me habían tocado y hecho cosas que jamás me habían hecho, simplemente fue algo nuevo para mí, al igual que querer estar con tres hombres.

Siempre he admirado a mis padres, son los mejores del mundo, los adoro con mi vida, siempre quise para mí un hombre como ellos, pero solo uno, jamás quise para mí una relación poligama porque sentía que eso no era lo mío, a veces veía discutir a mis padres en varias ocasiones y decía que no quería tener dos hombres con los cuales lidiar, pero también veía como mis papás hacían el esfuerzo por contentar a mamá y eso me gustaba, siempre me preguntaba:

¿Que se sentirá ser amada de esa forma?

Que te consientan.

Que busquen la forma de verme feliz.

Que me amén de la misma manera.

Siempre quise eso, más no viniendo de dos hombres o más que este es el caso, ahora tenía muchas dudas, si todo salía mal ¿Sufriría? ¿Me enamoraría? Porque si, lamentablemente me estaba enamorando de Tom, pero doy gracias a que lo descubrí y todo se fue abajo, por eso hay un cierto temor en mi de quererme enamorar de ellos porque siento que me dolerá si abro mi corazón de nuevo.

Me encontraba en mi estudio terminando una maqueta que mandó Mikael como tarea, Jess me avisó que ya terminó la de ella, también que saldría con Kurt yo estoy casi que termino, por suerte la maqueta no era tan complicada.

El timbre sonó.

Me levanté a abrir y me encontré con mamá, ella traía una bolsa en su mano.

—Mami —la abracé.

—Hola mi niña.

Me hice a un lado para que entrara, colocó la bolsa en la isla de la cocina.

—Me encanta venir aquí, me hace recordar cuando vivía con tus papás —sonrió— ¿Cómo estás?

—Bien mami ¿Que es? —señalé la bolsa.

—Tus donas favoritas —me sonrió— junto con un batido de banana.

—¿De la señora Graham? —asintió— ¡Si!

Saqué todo de la bolsa, me encantaba los batidos de la señora Graham, eran los mejores, cuando salía del colegio siempre iba a su cafetería a tomar sus batidos y comer sus pasteles, es la mejor.

—Vine a verte para que hablemos sobre Tom.

Lo sabía..

—Lo se mami —suspire—, papá dijo que vendrías.

—Así es, cuando me dijeron lo que pasó en la universidad, tuve que calmar a Julian nena, porque quería buscar a Tom para darle una paliza —se cruzó de brazos—, ya sabes cómo es el y más si se trata de ti.

—Eso lo sé muy bien, no quería que lo supieran de ese manera mamá, fue algo muy vergonzoso.

—No debes sentir vergüenza por eso Emma, tu no sabías lo que ese hombre ocultaba.. —negó—, se que no te gusta que te lo diga, pero te lo dije Emma, muchas veces te dije que ese hombre no te convenía y aún así seguiste con el. Sabes muy bien que nosotros no nos metemos en tu vida y en tus decisiones, pero en esa ocasión debía hacerlo.

—Tenía que llevarme una fuerte caída para reaccionar mamá —murmuré. 

—¿Te enamoraste de el?

—Estaba a punto de hacerlo mamá, pero.. me di cuenta de su engaño antes de que eso pasara.

—Tu vas a ser completamente honesta conmigo —asentí—, sabes que siempre vas a contar conmigo para hablar Emma, sabes que jamás te juzgare. ¿Cómo te trataba? Se sincera.

—Me di cuenta tarde del como me trataba mamá —hice una pausa—, me llamaba de vez en cuando, a veces me visitaba, no lo veía en días o quizás semanas, siempre tenía la excusa de que tenía mucho trabajo.. Y le creí, mamá, creía cada cosa que me decía, luego de unas semanas para acá, todo era peor y.. estaba tan acostumbrada a su trato que no me daba cuenta que estaba haciendo todo muy mal.

—Ok —me miró para que continuara.

—Sus tratos eran más secos, lucía nervioso, ya no había llamadas o visitas y cuando lo hacía.. solo era sexo —desvié la mirada.

—Mi amor, no debes avergonzarte conmigo por hablar de sexo, eres mayor de edad y eres libre de disfrutar de tu sexualidad, siempre y cuando sea con mucha responsabilidad.

—Claro mamá, yo me cuidaba con él, pero a él le molestaba que lo hiciera —ella frunció el ceño— odiaba usar condón y siempre quería hacerlo sin el y.. yo no deseo hijos ahora, no cuando me falta poco para terminar mi carrera. 

—Entiendo amor, es bueno que hayas pensado así, aún estás muy joven para ser madre.

—Si mamá, en el sexo no me sentía satisfecha, era tan.. insípido conmigo —dije en tono triste—, no había besos o caricias.. La típica charla después del sexo.. No había nada mamá, solo estaba conmigo y después se iba, me dejaba sola con un vacío aquí —me toque el pecho.

No me avergonzaba hablar de este tema con mamá, cuando perdí mi virginidad se lo dije, ella solo me dió apoyo y me dijo que me cuidara y le tomé la palabra, pues de verdad no deseaba hijos.

—Definitivamente a ese sujeto no se le puede llamar hombre —negaba—, eres demasiado para el mi niña —tomó mi mano—, mereces a alguien te quiera y valore, que te trate como lo que eres, una reina.

—Mami —sonreí.

No sabía si contarle sobre ellos, creo que esperaré un poco a ver si funciona lo que sea que tenga con ellos.

—Lo único que te diré es esto Emma, no dejes que nadie y mucho menos un hombre te haga sentir menos, que rebaje o te trate de forma inferior —sonrió—, tu vales mucho, todas las mujeres valemos mucho y no podemos estar con cualquier hombre que quiera hacernos sentir menos, tus padres no fueron los más buenos conmigo hace muchos años, pero ellos aprendieron a la mala a cambiar... Ahora ellos me tratan de maravilla, me aman y me dan todo el respeto que merezco, entonces tú debes recibir lo mismo, alguien que te quiera, te valore, te respete que es lo más importante.. que sea honesto contigo —asentí—, no mereces menos que eso Emma, recuérdalo siempre.

Definitivamente amaba a mi madre, ella me daba las fuerzas que necesitaba para continuar.

Ella y yo hablamos un poco más, hasta que llegó la hora de irse, siempre era bueno desahogarme con mamá, me entendía de una cierta forma y agradecía en el alma que me aconsejara de la mejor forma, mis padres también lo hacen, pero me siento más cómoda hablando de estas cosas con mamá, es como un respiro para mí.

Más tarde..

Ya eran las siete de la noche, estaba terminando de arreglarme, Mikael pasaría por mi en pocos minutos, Jess estaba conmigo después de su cita con Kurt.

—Entonces la madre de Kurt es una mujer trans —dije mientras me arreglaba el cabello.

—Si, no lo podía creer —dijo asombrada—, me impresione cuando me lo contó, pero después me interesé en saber más de ella.. Me contó que tuvo una vida algo difícil por ser una mujer trans —asentí—, que sus padres murieron y ella jamás los pudo ver ya que ninguno quería hacerlo.

—En serio que en este mundo hay personas crueles.

—Si, que la única persona que la ayudó fue su abuela, Nina se casó con Kurt, el señor es muy apuesto y ella.. Es hermosa —chilló—, ambos adoptaron a Kurt cuando era un recién nacido, me contó que su madre biológica, lo dejó en un basurero.

—Dios mío —la miré asombrada.

—Si —dijo triste—, luego sus padres fueron al orfanato donde el estaba y fue como una conexión que tuvieron, Kurt a penas tenía un mes, después me dijo que el proceso de adopción fue difícil ya que no querían dárselo a Nina por ser una mujer trans.

—La gente a veces es muy hipócrita —negué—, hablan y hablan sobre el respeto a la comunidad, pero cuando quieren tener una familia, les ponen los miles de obstáculos para que no adopten —bufé—, si supieran que esas personas son las más puras que hay.

—Lo sé y me gustaría conocerla —sonrió—. Kurt habla de ella tan bonito Emma, la admira y la ama demasiado ¿Sabes que me dijo? —negué— que le gustaría adoptar un niño cuando estuviera seguro.

—Eso es muy bueno —sonreí—, Kurt es un buen chico.

—Lo es.. —se levantó de mi cama—.. Emma estás bonita.

—¿Tu crees? ¿No es muy sencillo?

Estaba usando un pantalón con la cintura alta color negro y las rodillas rasgadas, una blusa azul de tirantes y una chaqueta de mezclilla arriba, me puse las botas negras un poco altas y me solté el cabello.

—Esa eres tu Emma.

—Es que.. Mikael es demasiado refinado ya sabes, usa trajes caros y posiblemente me lleve a un restaurante de esos elegantes —me detallé en el espejo.

—A ver —me tomó de los hombros— Emma, tienes que ir siendo tu misma ¿Para que aparentar? Si ellos quieren estar contigo, tienen que aceptarte tal cual eres, no tienen porque cambiar nada de ti —asentí—. estás hermosa y punto, es más... Van a quedar con los ojos bien abiertos cuando te vean.

—Eso espero.. La verdad estoy nerviosa, hoy estaba que le contaba a mamá sobre ellos, pero preferí que no.

—Ya tendrás tiempo de contarle —me sonrió—, te aseguro que no te juzgará.

El timbre sonó.

—Llegó tu galán ruso —reímos—, tienes mucha suerte Emma.. Italiano, Ruso y Alemán ufff.. que combinación.

—¡Jessie! —susurré.

Reímos —Vamos.

Me coloqué perfume de cerezas, tomé mi bolso con mis llaves y mi teléfono, salí a la sala y ahí estaba Mikael hablando con Jess.

Lucía muy guapo, usaba una camisa azul clara arremangada a los codos, pude ver qué su brazo tenía muchos tatuajes, dos botones estaban desabrochados, tenía un pantalón de vestir negro y zapatos casuales del mismo color, hoy no llevaba lentes y si cabello estaba desordenado, nada que ver con el Mikael elegante que veía en clase, este me gustaba mucho más.

—Vaya —dijo impresionado—, que hermosa estás.

—Gracias.

Llegó hasta mi y sin disimulo alguno me rodeó la cintura con su brazo y el olor varonil de su perfume llegó hasta mi.

—Takaya krasivaya i takaya moya, ty ne predstavlyayesh', kak sil'no ya khochu trakhnut' tebya, moya Roza (Tan hermosa y tan mía, no sabes cuánto deseo follarte mi Rosa) —susurró.

—¿Que dijiste? —hablé totalmente embobada por su idioma, por Dios que sexy se escuchó hablando ruso.

—No te lo diré —sonrió—, vámonos, nos esperan.

Se separó de mi y carraspee, Jessie se despidió de nosotros y ambos salimos del departamento, no soltó mi mano en ningún momento, entramos al ascensor y no pude evitar pensar en Axel.

—¿A dónde iremos?

—A un sitio realmente elegante, solo para nosotros cuatro —me sonrió—, te va a encantar.

—Dijiste elegante.. Creo que debí usar un vestido.

—No era necesario, para mí estás muy hermosa la noche de hoy Emma —acarició mi mano con su pulgar—, mis amigos estarán encantados con solo verte.

El ascensor bajó a recepción y ambos salimos, afuera estaba estacionado un porche color negro. Me ayudó a subir y empezó a manejar, hablamos un poco hasta que entramos a una especie de edificios muy elegantes, el se estacionó en uno de ellos y salimos, me tomó de nuevo la mano y entramos al lugar, entramos a otro ascensor y presionó el número trece, me sentía nerviosa.

El ascensor se abrió directamente dentro de un departamento.

—Bienvenida a mi departamento —me sonrió.

Pasamos y me quedé impresionada con lo que ví, todo el departamento era de color negro y gris, había mármol en la cocina y los muebles eran de cuero de color blanco haciendo un contraste perfecto, había un candelabro no tan grande pero perfecto, en si, todo el departamento decía Mika por todos lados.

Caminamos un poco más hasta escuchar las voces de Carlo y Axel.

Carlo vestía de la misma forma que Mikael, solo que la camisa era de color blanco, su barba estaba bien rasurada, se veía muy guapo.

Axel vestía igualmente que los otros dos, pero el tenía una camisa rosa claro, sus botones estaban sueltos dejando ver parte de su pecho.

Los tres se veían espectaculares, realmente guapos.

Está cita estaría muy interesante, creo que hoy no llegaré a mi departamento, estos tres me están haciendo la cosa mucho más complicada de lo que ya es.

Así no se puede...