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Emily:

Estaba asustada por la reacción de mis padres, fue de impresión y enojo a la vez, era de esperarse, ellos querían a Andy pero tampoco sabían de la clase de persona que es.

No quiero decirle a mis padres lo que el me hizo, sería muy vergonzoso, además de que mi padre podría enfermar de solo escuchar las cochinadas que me hizo Andy, también estoy más que segura que mi padre buscaría al padre de Andy y lo mataría por incubir a si hijo y no quiero a mi padre en la cárcel, por eso prefiero dejar las cosas así, si algún día se enteran pues afrontaré todo con la cabeza en alto.

Ya era de noche y Emma dormía en mi habitación,  Jamie y Julian hablaban con papá sobre deportes y demás cosas, al menos ya se están llevando bien.

Estaba colocando sábanas limpias en la cama de la habitación de invitados, hacía tiempo que no se usaba, mamá estaba conmigo ordenando un poco, aquí dormirían ellos, les tocará compartir la cama.

—Se ven que son unos buenos hombres —me sonrió.

—Lo son mamá, a pesar de que antes eran unos idiotas mimados, cambiaron mucho.

Terminé de colocar las sábanas y me senté en la cama con ella.

—Aun no creo que Andy haya hecho todo eso —negaba.

Ha hecho cosas peores.

—Pues si mamá, pero no hablemos de eso ¿Si?

Ella asintió.

—Iré a salvar a tus hombres de tu padre, ya es tarde y necesitan dormir.

Rei por el comentario de mamá, metí la maleta que trajo Jamie y la coloque en la cama para abrirla, saque la ropa interior de ambos y sus pijamas, las coloque en la cama y poco después llegaron a la habitación.

—Supongo que no dormiremos juntos —asentí—, pensé que dormirías con nosotros.

—No Jamie, estamos en la casa de mis padres, además que tengo que dormir con Emma —sonreí— Julian ahí está la pijama —baje la maleta de la cama— el baño está justo al lado, aquí no hay agua caliente.

—Mierda —murmuró—, necesito un baño de agua caliente.

Me acerque a el para darle un beso, su rostro Lucia cansado y se estaban asomando sus ojeras.

—Debes dormir, se nota que estás cansado.

Le desabotoné la camisa lentamente hasta dejarle el torso desnudo, vaya que estos años le han sentado muy bien, está más musculoso que antes.

—Mis ojos están aquí —se señaló el rostro.

—Lo siento —me reí— mejor ve a bañarte, yo me tengo que ir a dormir.

Julian me pegó más a él, sintiendo la calidez de su cuerpo.

—No te vayas —sonaba cómo un niño pequeño—, quiero dormir contigo esta noche.

—Nuestra hija no puede dormir sola.

—Cierto —me dió un casto beso.

Me soltó y fui a dónde Jamie para besarlo, después le di otro a Julian y salí de la habitación, llegue hasta la mía, me quité la ropa y me coloque la pijama, me acosté al lado de Emma y ella al sentirme se acurrucó más a mi.

(...)

Desperté sin Emma a mi lado, me talle los ojos y fui de una vez al baño, me asee y mojé la cara salí a la cocina y ahí estaba Jamie con mi mamá y Emma, Ethan estaba en la sala mirando sus caricaturas.

—Buen día mamá —bostecé— hola mi princesita.

—¡Mami! Papá hizo el desayuno ¿Verdad papi?

—Si mi niña —le sonrió.

—Cocina muy bien —mamá alzó las cejas— ¿Café?

—Por favor —me senté en la mesa— ¿Y Julian?

—Sigue dormido, Emily te amo en serio, pero jamás me mandes a dormir con Julian —reí—, roncó demasiado, casi ni pude dormir.

Me levanté con el café en la mano y le di un beso, fui hasta la habitación donde estaba Julian dormido, me acerqué a él y lucía tan sereno, en serio se veía cansado.

Estaba por salir cuando su teléfono sonó, no quería contestar pero estaba insistiendo la llamada, Julian debe estar tan cansado porque no escuchó el teléfono, lo tomé y en la pantalla salía el nombre

Karla..

Contesté pero no dije nada, del otro lado se escuchó la voz de aquella Karla.

Julian amor, te extraño.. me hace falta tus besos, por favor ven a verme, compré lencería de tu color favorito.

Alce una ceja sonriendo, decidí no hablar y poner el teléfono en altavoz para colocarlo encima de la mesa de nuevo. Fui hasta la puerta y la cerré con seguro, me quité la pijama, me acerque a la cama y Julian solo vestía un pantalón de chandal su torso estaba desnudo y la sábana de la cama estaba a un lado de el, me subí a horcajadas sobre el.

¿Julian? ¿Estás ahí amor?

Sonreí victoriosa y con mis manos empecé a acariciar el pecho de Julian, el se removía un poco y suspiraba, sentí la dureza de su entrepierna chocando contra mi intimidad, poco a poco empecé a moverme encima de el.

—Muévete más Emily —gimió dormido.

Quería reír porque se veía muy tierno de esa forma.

Sentí como sus manos se pusieron en mis caderas y bajaba hasta que nuestras intimidades presionaban más. Quería gemir pero la intención era que esa mujer lo escuchará a él.

Me soltó por un momento y lentamente bajé su pantalón dejándome ver su erección y que no llevaba ropa interior.

No quería hacer esto en casa de mis padres pero esa mujer hizo que mis celos salieran. No debía llamar a Julian para decirle amor o que compró lencería para el ¿Que se cree? ¡Jah! Julian es mi hombre.

Su erección era notoria y quería montarlo, mire al teléfono y ella seguía en la llamada, volví a sonreír y me subí de nuevo en su polla, la tomé en mi mano y lo introduje en mi, yo ya estaba húmeda porque verlo así me excitaba demasiado.

Con su pene dentro de mi empecé a moverme y el empezó a gemir bajo.

—Asi amor, sigue —gimió.

Poco a poco iba subiendo la intensidad, mis caderas se movían de arriba a abajo sin parar.

—Joder —gruñó— vamos amor, sigue..

El frunció el ceño y abrió los ojos lentamente, cuando los tuvo abiertos me miró confundido y miró más abajo de mi para descubrir que estaba encima de el montandolo.

—Joder Emily —jadeó.

Abrí la boca y sonreí.

—Buenos días mi amor —me mordí el labio.

Me puse recta y seguí mis movimientos, eche mi cabeza hacia atrás mientras me tocaba los pechos, sentí sus manos acariciando mi abdomen hasta que sentí su dedo jugar con mi clítoris.

—Julian —susurré.

Trate de no gemir muy fuerte para que no me escucharan.

Del otro lado de la línea de escuchó un sollozo, Julian miró el teléfono y lo iba a tomar pero lo detuve.

—Tomas ese teléfono y me detengo —amenacé.

—¿Quién está detrás de la línea?

—Karla —sonreí de lado—, así que quiero que escuche como follo a mi hombre y como tus gemidos son solo para mí.

Mis caderas se movieron en círculos mientras que Julian cerraba los ojos con fuerza, echó su cabeza hacia atrás mientras sus manos se aferraban a mi cintura, sus dedos apretaron mi piel, me encantaba esto.

—Oh joder amor —gimió bajo—, que deliciosa.

Me detuve y me quité encima de el, mire el teléfono y ya había colgado, el se levantó y me tomó de los brazos aventandome a la cama dejándome boca abajo.

—Tengo que terminar esto nena.

Entro de mi de una sola estocada, mordí mi labio para no gemir, apreté las sábanas fuerte mientras que las embestidas de Julian eran más fuertes.

—Oh Dios —gemí.

—Eso preciosa, gime para tu hombre.

Se enterró más y más en mi, luego tomó mi cabello haciendo que me alzara un poco, pero el me pegó a su pecho mientras me follaba de pie.

Soltó mi cabello para tomar mi cuello y pasar su brazo por mi cintura pegándome más a él.

—¿Escuchas esto? Ese es el sonido de tus jugos saliendo mientras te follo nena.

Que sucio..

—¿Te gusta? —decía en voz baja.

—Si —gemí—, creo que voy a correrme..

—Vamos preciosa dame tu orgasmo.. Correte para tu hombre. —apretó más mi cuello.

Me tiró de nuevo a la cama, quedé boca abajo y el siguió embistiéndome mientras su mano seguía en mi cuello, mi cuerpo se sentó y mi intimidad también

—Joder, me encanta como aprietas mi polla, correte mi amor —mordió mi oreja.

Y así lo hice, me corrí mientras metia mi rostro en la almohada para no gemir muy duro, las embestidas de Julian fueron más duras y rápidas, se tensó y gruñió hasta que se corrió dentro de mi.

—Joder —murmuró—, que buen despertar.

Sonreí aunque no me viera, lentamente salió de mi y se acomodó el pantalón, me quedé boca abajo y se acostó a mi lado.

—Hola hermosa, buenos días -sonrió.

—Buenos días de nuevo señor Allen —sonreí— ¿Vas a desayunar?

—Ya lo hice —sonrió de lado—, eres traviesa Emily, me encanta este lado tuyo.

Jamás había Sido tan traviesa o arriesgada, pero ellos me hacían sentir segura y poderosa, me encantaba.

Me recosté en la cama y sentí mi cuerpo cansado.

—Duerme un poco, me ducharé —besó mi frente— te amo..

No le respondí ya que mis ojos se cerraron de nuevo, sentí como Julian pasaba algo por mi trasero, se sentía bien y fresco, luego me arropó con las sábanas y cerré mis ojos.

Es increíble el sexo por la mañana...

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