Jamie:
Ya todo estaba listo en el departamento, el colchón me lo trajeron el mismo día, no quería usar ninguna influencia pero tuve que, necesitaba ese colchón hoy mismo.
Terminé de ayudar a Emily a ordenar sus cosas y nos sentamos con Emma a ver la TV, era cierto que Mérida era su princesa favorita, ha puesto Valiente dos veces en un momento.
—Iré a preparar la cena.
Me levanté y fui hasta la cocina, Julian no debe tardar así que mejor adelanto la cena, tengo que esperar que el llegue para comer los cuatro juntos.
—Voy a ayudarte —me sonrió.
Nuestra relación con Emily ha mejorado bastante, a pesar de todo ella es un amor con nosotros.
Después de oír por todo lo que pasó en aquel entonces el estómago se me revuelve ¿Cómo es que le hicieron tanto daño a alguien tan buena como ella? Se que Julian no sé quedará con los brazos cruzados y los encontrará y cuando eso suceda los haremos pagar y no de la mejor manera, porque la cárcel es poco para lo que se merecen.
—¿En que piensas? —me preguntó mientras lavaba las papas.
—En lo preciosa que eres —se sonrojó—, en lo fuerte que eres y que eres una madre extraordinaria.
—Gracias Jamie.
Quisiera que me llamara amor..
Tomé el pollo y empecé a picarlo, hoy haría pollo guisado con arroz y guisantes, será una buena cena para Emma. Emily me ayudó preparando el arroz y algo extra.
Mi vista fue a parar a Emma y ella seguía mirando la TV concentrada, hasta ahora su salud ha mejorado bastante y no siente mucho dolor cuando está sentada y eso es bueno porque los medicamentos están funcionando bien en ella.
—¿Tu familia como está?
—Mamá está muy bien, papá pues dejó de trabajar porque tuvo una lesión en su trabajo y pues lo mandaron a casa —suspiró—, Ethan pues, de maravilla ya sabes en su mundo —asentí—, ha estado muy bien de salud, hace un año enfermó de neumonía y casi fallece pero, no fue así y se fue recuperando poco a poco.
—Es bueno oír eso ¿Pero están bien económicamente? Ya sabes, por Ethan y esas cosas.
—La verdad no lo sé, se que mamá jamás me lo va a decir y pues si creo que necesiten un poco de ayuda y lamentablemente no he podido hacerlo porque tengo los gastos de Emma. —miró a la niña.
—¿Me darías el número de cuenta de tu madre?
—¿Para que? —frunció el ceño y después negó— no Jamie, no hagas eso.
—Por favor Emily, no sabemos cómo están económicamente tus padres y no has podido ayudarlos, entonces déjamelo a mí, por favor —insistí.
Ella lo pensó, por varios segundos hasta que suspiró y fue hasta su habitación y me dió un papel, ahí estaba el número de cuenta de su madre.
Fui hasta mi habitación y tomé mi teléfono para llamar a mi secretaria, aún era horario laboral así que debía ser rápido.
—Dígame jefe.
Cómo siempre tan educada.
—Quiero que deposites diez mil dólares a una cuenta ahora mismo.
—Si señor, deme los datos de la persona.
Le di los datos de la madre de Emily, no sé si estoy exagerando con la cantidad pero no sabemos cómo se las estén arreglando para sobrevivir y ellos tienen un adulto en casa que necesita sus cosas. Mi secretaria me confirmó los datos y luego me envió una captura de pantalla con el recibo del dinero.
—Muchas Gracias, puede irse a casa.
Me agradeció y colgó, después salí a la cocina y le tendí el papel de nuevo a Emily. Luego ella recibió una llamada.
—¿Mamá? Hola... Estamos bien mamá, Emma está viendo tv un rato y yo preparo la cena... ¿Papá e Ethan? —sonrió— me alegra que estén bien... Dile a papá que no se esfuerce mucho... ¿Dinero? —me miró y yo asentí— si mamá... Es un regalo.. luego te explico quien lo envía... Ay mamá —sus ojos se llenaron de lágrimas— no hay de que.. pronto iremos a verte... Te amo, saludos a papá.
Colgó y llegue a ella.
—¿Todo bien?
—Mamá necesitaba el dinero para llevar a papá al médico, su rodilla está empeorando.
—¿Rodilla?
—Papá tuvo un accidente laboral y lo despidieron por eso, ya que faltó porque estaba lesionado y pues solo le dieron quinientos dólares por el daño y la liquidación de solo cinco mil dólares —negaba—, mi papá llevaba más de veinte años trabajando en esa fábrica —negaba de nuevo—, no merecía que lo despidieran así.
Iba a llorar pero la abracé, saber que su familia también ha pasado dificultades y ella no puede ayudarlos es triste, pero ahora estamos de nuevo con ella y jamás vamos a dejarla abandonada, tampoco a su familia.
—Terminemos la cena ¿Si? —asintió.
Ambos fuimos a la cocina a terminar la cena, la puerta se abrió dejando ver a Julian, traía en su mano su saco, Emma cuando lo vio corrió hasta el.
—¡Papi! Llegaste.
El la alzó en sus brazos y le dió un beso en la mejilla.
—Hola princesita, es bonito que me recibas así, pero no debes correr ¿Está bien? Podrías lastimarte.
—Lo siento papi.
El la bajó y vino hasta la cocina para saludar a Emily con un beso en la mejilla.
Idiota, yo no he podido besarla..
—¿Que tal te fue?
—Bien pero agotador —suspiró—, quería regresar rápido, quiero mi cama.
Emily rió y tomó los platos para poner la mesa junto con Emma, luego Julian se acercó a mi.
—Contraté a Maxwell —me susurró, yo asentí— le di los nombres y me los tendrá en poco tiempo.
—Sabía que no te quedarías con los brazos cruzados.
—Jamás, necesito encontrar a esos hijos de puta para hacerlos pagar —asentí— ahora, vamos a comer porque muero de hambre.
—Ayúdame a llevar la comida —negó— ¿Por qué?
—Por que estoy cansado —se encogió de hombros.
Negué mientras lo fulminaba con la mirada.
—Julian, ayuda a Jamie a traer la cena por favor, el comedor ya está puesto.
Sonreí victorioso y el rodó los ojos, pero como Julian hace lo que Emily le pide, le hizo caso y me ayudó con la cena, colocamos todo sobre esta y después nos sentamos a comer.
Hablábamos mientras cenamos, ahora el departamento se siente como un verdadero hogar, están las risas de Emily y las de Emma, ya hay juguetes tirados en la sala, ahora sí hay calor en este departamento, ya no seremos Julian y yo, ahora están ellas.
Después de cenar, Emily recogió la mesa y Julian y yo fuimos a acostar a Emma, ella duerme con Emily, cosa que me gusta y a la vez no porque deseo que ambas duerman conmigo.
—Buenas noches papis —nos dió un beso en la mejilla—, los quiero mucho.
Cómo amo esos ojos grises..
—Buenas noches muñequita —le di un beso en la cabeza y Julian en la frente, la arrope y ella se colocó de lado, en esa posición hace que le duela menos y pueda dormir.
Julian se bañó y se fue a dormir no sin antes despedirse de Emily, se notaba que estaba cansado y no es para menos, hoy hizo el trabajo de los dos, al menos ya mañana es fin de semana y podrá descansar.
Me duche y me coloque un pantalón de chandal y una musculosa, mire mi brazo y creo que le hace falta otro tatuaje, me haré el nombre de Emma.
Fui a la sala y me senté en la TV mientras que Emily se duchaba, ver TV hace que me dé sueño así que aquí estoy viendo una serie que no se de qué trata y de como se llama.
Estaba tan concentrado que no me percaté de la presencia de Emily a mi lado, olía a fresas, su cabello estaba algo húmedo y usaba una bata de Seda color rosa con encaje negro.
No pude evitar ver sus piernas, son tal cual las recordaba, aleje mi vista de ellas y me concentré en ver la TV.
—Jamie, respóndeme algo —asentí— ¿Tuviste novia?
Fruncí el ceño ¿A qué debe esa pregunta?
—Pues no, después que nos separamos no quise estar con más nadie —negué—, quería tomarme mi tiempo para sanar y olvidar, luego me enfoqué en mi trabajo y ya, no quería estar con una mujer cuando siempre estaba pensando en ti.
—¿Pensabas en mi?
—Todos los putos días pensaba en ti Emily.
Dios quiera besarla, quiero hacerla mía...
Ella se acercó a mi.
—Quiero que me beses Jamie.
Con eso bastó para soltar el control de la TV y la tomé de la nuca para besarla, sus labios eran deliciosos, los más deliciosos que he probado, sus labios encajaban con los míos perfectamente, mordí un poco su labio para que abriera la boca y así lo hizo, metí mi lengua dentro de su boca y esta jugaba con la mía.
En un Rápido movimiento ya tenía a Emily en mi regazo con las piernas a cada lado de mi cintura, tomó mis mejillas para profundizar más el beso.
Poco a poco se separó de mi, me miró intensamente, algo que jamás ella había hecho, tomó mis manos y las colocó en sus muslos, su piel estaba fría debido al baño que se dió. Hizo que mis manos subieran hasta meterse dentro de la bata para descubrir que no llevaba bragas.
—Así es, no llevo bragas —susurró sobre mis labios.
Joder...