Livy Clark
El viaje en avión me dejó completamente agotada. Eliot me perseguía, hablando de números que no quería saber. Había llegado el día anterior y aún no había podido dormir. Perseguir a Hardin Holloway se había convertido en mi nuevo pasatiempo, pero solo sería divertido si lograba encontrarlo.
Me senté a la mesa y froté mis dedos en mi cabello suelto. Estaba exhausta. – Por favor, ¡dejemos esto para mañana!
Eliot me miró fijamente, buscando respuestas en mi rostro, pero no respondían nada. Ni siquiera yo respondería, porque no sabría qué decir. – ¿Está todo bien? ¿Sucedió algo?
– Estoy bien. Por favor, solo déjeme sola.
Él tomó mis manos, y fue delicado, pero aún me sentía extraña con un toque como el suyo. – Estoy aquí si quieres hablar. Siempre que quieras desahogarte... Estaré aquí contigo.
Solo asentí con la cabeza. Cogí mi teléfono y llamé a la cocina. – Por favor, dígale a Maila que traiga un café bien fuerte.
Ya no necesitaba el café. Salté de la silla cuando aquel homb