Eric Sanders llegó a casa pasada la una de la tarde.
Ni siquiera se quedó en la oficina hasta la hora regular, quizás para evitar a su amigo o simplemente porque tenía prisa por llegar a casa.
¿Qué sucedía?
Subió directo a su habitación, se quitó la ropa, y se vistió de deporte, se calzó las zapatillas deportivas. Necesitaba soltar la tensión, sentir los músculos arder y el sudor limpiarle la cabeza de todo lo que acababa de saber.
No era que algo de eso lo sorprendiera, de esa mujer ya empezaba a siempre esperar lo peor, aun así… lo tomó desprevenido.
El abogado le había llamado. Luego, Tommy también lo confirmó. Amanda no solo había llevado el vestido más provocador del siglo, sino que había declarado frente a su exmarido y su suegra que estaba comprometida con Eric Sanders y embarazada de sus gemelos.
Aunque aún no había divorcio, ella y el señor Rodríguez seguían casados.
Gemelos. Comprometida. ¿Era el flujo de información lo que le molestaba?
¿Cómo se atrevía a mentir usándolo a