Eric se despertó con la boca seca, la cabeza palpitándole y la habitación en completo silencio. El sol se colaba por las cortinas, agrediendo sus ojos con una fuerza innecesaria. Se llevó una mano a la frente y bufó.
No recordaba mucho de la noche y lo que sucedió luego de que la fiesta pasó de la piscina a su habitación con ellas dos. Solo los tragos, las risas, el cuerpo de alguna mujer sobre él. Todo mezclado con imágenes borrosas y sonidos molestos.
Miró a su alrededor y estaba solo. Empezaba a preguntarse por qué cometió semejante estupidez, se suponía que iría a la fiesta de Cyril con Amanda, se suponía. La caja con el vestido y demás nunca se las entregó, ni le hizo la invitación a la fiesta, había una espina en su pecho que lo llevó a cometer una locura, aislarse de ella, para luego llegar con mujeres. ¿Desde cuándo se acostaba con la primera mujer que se le insinuaba? ¿Desde cuándo hacía tanto escándalo en una fiesta? Y, más importante, ¿desde cuándo intentaba despertar celos