El resto de la jornada laboral transcurrió con tranquilidad. Mi nuevo puesto era interesante, aunque lo cierto es que no hice mucho el primer día, apenas comenzaba a adaptarme. Tampoco es que le hubiera prestado demasiada atención a la capacitación, que yo sabía que, para bien o para mal, al trabajo no duraría demasiado tiempo. Cuando iniciara completamente la misión, estaba segura que Nicolás no me querría dentro de la empresa, y tampoco es como que los demás accionistas también. Así que simplemente cumplí con mis labores básicas y necesarias, como para seguir estando en el lugar el mayor tiempo suficiente y sin que pensaran que era una mediocre. Tomarme un poco más de tiempo en revelarle a Nicolás mi verdadera identidad podría ser un poco contraproducente. Pero casi que sin tenerme cuenta, había aceptado la propuesta de Valentín. El líder de la Navaja Suiza tenía razón: el que tal vez utilizara a Luisa y sus encantos para manipular a Nicolás podría servir, pero era un hecho que mis