SHAWN ROBERTS
Rachel se movía entre los instrumentos con curiosidad, acariciándolos con las yemas de sus dedos mientras se mordía los labios. Yo la seguía en silencio. Era curioso cómo las personas solían brillar cuando estaban en el lugar correcto, y ella lo estaba.
—¿Tocas algún instrumento? —preguntó sin voltear hacia mí, era como si su mirada no pudiera apartarse de los instrumentos.
De repente sentí una punzada de celos. Me gustaría que me viera de la misma manera, con tanta fascinación.
—Lo único que sé afinar es la máquina de un motor —contesté con media sonrisa y por fin sus ojos me vieron, desarmándome como siempre. Robándose mi alma y mi aliento sin que se diera cuenta.
—¿Te gustan los autos? —preguntó caminando de espaldas, dándome el placer de ser el centro de su atención.
—En el ejército estudié mecánica —contesté encogiéndome de hombros—. Sirve para autos normales, pero yo me especializo en tanques, tanquetas y cualquier máquina terrestre que se use en la milicia.
Abr