Días después...
El anuncio de la llegada del alfa resuena por todo el claro, donde los omegas y guerreros que llegaron por medio del transporte marítimo y terrestres están habitando en tiendas.
Otsana, quien acaba de amamantar a Dylan, sale de su tienda a toda prisa, ansiosa por ver a su mate.
Con el corazón latiéndole frenético, la respiración agitada y varios escalofríos de anticipación viajando a través de su piel, ella se une a los demás, quienes se han agrupado en medio del campamento para recibir a Tron y a los guerreros que vienen junto a él y los omegas más fuertes.
Una sensación extraña le embarga el pecho, a medida en que él se acerca, y poco a poco la tristeza que él oculta se le transmite a ella.
«¿Qué le sucede a Tron?», piensa preocupada mientras busca la mirada gris, como si en ella encontrará esa respuesta que necesita.
Tron empieza su discurso aún en el caballo y rodeado de sus guerreros más poderosos y de confianza. A su lado derecho se encuentra Maura, quien lo obse