Mundo ficciónIniciar sesiónDerek.
El eco de sus pasos resonaba en el pasillo silencioso del edificio que durante años había llamado hogar. Pero hoy, al acercarse a la puerta, Derek sintió que estaba entrando en un lugar ajeno. Frío. Cargado de mentiras.
Sostenía las llaves con fuerza en el bolsillo, pero no las usó. Tocó la puerta. Fuerte. Con firmeza. Ya no tenía nada que pedir. Solo cosas que decir.
Christine abrió segundos después, con el rostro maquillado perfectamente, el cabello recogido en una coleta impecable y una copa de vino en la mano.
—¿Derek? Qué sorpresa… pensé que ibas a quedarte hasta tarde con todo lo de la empresa.
—Necesitamos hablar. Ahora.
La sonrisa cortés de Christine se desvaneció apenas lo vio entrar. Derek caminó derecho al centro del living, como si el lugar ya no fuera suyo, pero todaví







