Al despertarme Damien no estaba en la cama y la bebe tampoco estaba en su cuna por lo que supuse que estaban abajo, estire mi mano para tomar mi teléfono para ver la hora y vi que recién eran las nueve de la mañana, busque el contacto de mi esposo y lo llame por teléfono mientras bajaba mi mano lentamente hacia mi entrepierna, me había despertado muy caliente y en verdad necesitaba un rápido deshago.
-Muñeca...no deberías llamarme, deberías bajar a desayunar con nosotros-
-¿Quiénes son nosotros?-
-Mi madre, tu tío, tus hermanos y tu padre-
-¿La...bebe desayuno?- le pregunte en un suspiro al acelerar mis movimientos-
-Si- respondió seriamente- Muñeca...-
-¿Si mi amor?-
-¿Dime en donde están tus manos?- pregunto en voz baja sacándome una sonrisa-
-Una esta sosteniendo el teléfono y la otra...ah...mmm, la otra esta algo ocupada-
-¿Madre puedes cuidar a la bebe por un rato?-
-¿Por qué paso algo?-
-Mi esposa acaba de hacerme enojar- gruño mientras lo escuchaba dejar algo metálico- No nos m