Capítulo 111.
Mateo, en el edificio que usaban cuál lugar de trabajo, escuchaba al hombre que exponía los datos que llevaba para ellos. Debía ser agradable porque representaba números verdaderamente altos, pese a las pérdidas del error que se había dado, el número aún era exorbitante con las ventas en esa ciudad.
No deseaba escuchar lo que Vladimir dejaba salir de su boca, Izan no se quedaba atrás con los comentarios sobre su ex esposa. Al parecer no entendían lo que era hacer negocios y dejar los temas personales de lado. No todo era tan…
Admitía lo peligroso que era lo que sucedía, pues si algo sabía era que había cosas que no tenía que averiguar lo que ocurriría si lo llevaba al límite. La marca en su dedo aún no desaparecía totalmente y le molestaba tanto que fuera tan obvio que se olvidó de quitarla. Era estúpido que algo cómo ese se le pasara, pero el trabajo siempre llenaría su cabeza. Excusable era.
Vio llegar a Hermes por horas de la tarde, pero así cómo ese tipo cuidaba de los secreto