William y Magnolia se odian mutuamente, ambos ven lo peor del otro y no se soportan en lo absoluto. Ella es una cellista proveniente de Italia y él, un rockstar con un sentido del humor que la hará salirse de sus casillas. Los problemas de Lía inician cuando se encuentra con que su matrícula no fue aceptada en becas y debe a la universidad más de 15.000 euros. Desesperada, y tras enterarse de la apuesta que ha hecho la banda de Liam contra él de que no puede mantener una relación con ella decide ayudarlo a ganar, siempre y cuando, ella reciba la mitad del dinero. El karma es una y hará que ambos tengan que cooperar juntos si quieren ganar, no solo el dinero sino también un año aprobado... Enamorarse es para perdedores y no está en los planes, pero del odio al amor... hay un paso.
Leer más"INDEPENDENCIA". Magnolia por fin estaba logrando sus sueños. Había dejado Italia para estudiar en un prestigioso conservatorio en la agitada Londres. Sus padres no querían que se alejase tanto de casa, y, sin embargo, no lograron hacer que ella se quedara. Solo le faltaban dos años para graduarse con una licenciatura en música y había tenido suerte de obtener una plaza en el Royal College of Music en Inglaterra. Viajó luego de discutir con su madre presionándola para que no fuera. Era su sueño. Debía desobedecer.
El vuelo estuvo ligero, llegó al aeropuerto internacional y se dirigió al campus a terminar de tramitar su papeleo. Sus planes iban viento en popa. La vida era perfecta.
Quedó impresionada con lo enorme que era la universidad, los edificios seguían un diseño arquitectónico muy peculiar, bastante parecido al palacio de Kensington, por fuera, todo era imponente, y por dentro, aún más. Elegancia y realeza se gritaban a los cuatro vientos por lo costoso del mobiliario, los pisos de madera, los candelabros y las luces. Soltó el aire mientras caminaba por los pasillos, adaptarse a lo impetuoso de su nuevo ambiente iba a ser bastante difícil. Buscó la literatura básica del curso, y mientras caminaba en rumbo a su piso de alojamiento, un par de gritos la aturdieron. –Diablos. –Chicas de todas las edades, con características distintas, rubias, morenas, pelirrojas, estaban alrededor de cuatro muchachos entre risitas y estruendosos chillidos. Tendría que pasar en medio de la multitud de hormonas y continuar su camino.
- ¡AAAAAH!
-Autografíen una de mis boobies.
-Pics, pics, pics. –Las chicas gritaban cada vez más cuando aquel grupo de hombres les daba su autógrafo, se tomaban una foto con ellas o simplemente les daban un beso en los labios.
-Oh por Dios. –Susurró mientras por causa de una de las mujeres alocadas sus nuevos libros habían acabado en el suelo. Rápidamente, el castaño del grupo se acercó y la ayudó a levantar todo lo que había tirado.
-Hola, ¿Cómo es que no te he visto antes?
-Soy nueva. –Se levantó tomando todos los libros en sus brazos. –Si fueras tan amable de decirle a tus alocadas fans que me dejen pasar me sentiría muy agradecida.
-Eres todo un rayo de sol. –Dijo con una sonrisa acercándose un poco más y provocando los gritos de las chicas a su alrededor. –Soy Liam.
-Y yo ya me voy. –Rodó los ojos notando el coqueteo del chico hacía ella, y sin pensarlo, se alejó. –Adiós, disfruta tu mar de hormonas. –Caminó atravesando las chicas que solo se aferraban más a las chaquetas de los cuatro chicos, gritos y más gritos aturdían los oídos de la muchacha.
- ¿Y esa quién es? –Preguntó Xander, uno de los compañeros de Liam. –No parecía muy contenta contigo.
-No sé. Nueva. –Sonrió al verla alejarse casi que a toda prisa. –Es hermosa.
-Ya le echó el ojo, caminen. –Trek terminó por jalar a sus amigos dentro de uno de los edificios del campus. –Suerte. Bro, estos últimos semestres nos la veremos apretados, tenemos la agenda llena, apenas vamos a ver clases.
-Sí, ya me di cuenta. –Los cuatro fueron lo más rápido posible a su departamento dentro del campus. Liam comenzó a pensar como hacía ya dos años su fama comenzó a crecer.
King's Revenge.
Desde las prácticas en un garaje, hasta las primeras presentaciones en un bar, aquel pintoresco grupo se había mantenido unido. Su líder, guitarrista y voz principal, William los había impulsado para siempre arriesgarse y encontrar más. Juntos los cuatro, Trek, Xander, Paul y William, habían logrado obtener mucho más prestigio al lograr entrar al Royal College of Music. Su estilo, su música, todo en conjunto los llevó a ser uno de los grupos de estrellas nacientes más populares en todo el campus. Sobresalían en cada evento, gracias a su reputación, alcanzaron ser teloneros de varios artistas famosos cuando les tocaba dar conciertos en Londres.
Con la fama vino la fortuna y también las chicas. Las mujeres del campus comenzaron a proclamarse fans. ¡K-Vengers! Su música sonaba en los altavoces de la escuela, tenían seguidores. Las groupies no faltaban y siempre tenían diversión.
Era la vida que Liam quería vivir por siempre.
- ¿Qué tanto piensas? –Paul le lanzó un cojín a William para sacarlo de su ensimismamiento. Rieron.
-No sé, en cómo llegamos hasta aquí y de lo orgulloso que me siento de la banda.
-Mientras no nos separemos como Oasis, todo está bien. –Trek lanzó un par de latas de cerveza que sus amigos atraparon. –Tenemos que ir más tarde a la fiesta de bienvenida. Hay que tocar.
-Cierto, olvidaba la presentación. –Dijo William bebiendo de su cerveza. –Va a estar muy interesante.
***
Su piso era pequeño, apenas la habitación, un baño, cocina y una pequeña salita. –Creía que estás cosas solían ser más grandes. –Suspiró y dejó los libros en una mesita. –Bueno, aquí estás. Estudiarás, te graduarás y triunfarás. ¿De acuerdo, Magnolia? –Sonrió. Aquella noche iba a relajarse un poco en la fiesta de bienvenida. Tenía que arreglarse con lo poco que tenía. Su hermano ya le enviaría el resto de sus cosas la siguiente semana. Se metió a la ducha y se quitó el cansancio con el agua caliente. Se planchó el cabello y le hizo unas pequeñas ondas. Se vistió y maquilló, estaba dispuesta a integrarse tan pronto como pudiera a su nueva vida.
La música estaba al tope en el lugar de la fiesta de bienvenida. Todos bailaban, reían, el ambiente estaba cargado. Magnolia disfrutaba de la música presentada por los mismos estudiantes. –Hola. –Volteó a ver quien la había saludado. –Soy Katrina. Nunca te he visto por aquí así que me dije, "Katrina, ella definitivamente es nueva" ¿Primer semestre?
-Hola. –Dijo sonriendo. –Soy Magnolia. Sí, soy nueva, pero en realidad es mi penúltimo año. Estoy en séptimo.
-Wow. ¿De dónde vienes? Porque solo hacen eso con...
-Estudiantes de intercambio. –Contestó la pelinegra a la rubia. –Italia, de allá vengo.
-Uy, tienes que conocer a los chicos de King's Revenge, son literalmente la banda más cool de esta escuela. Ven, sígueme. –La rubia, entrando rápido en confianzas, jaló a la pelinegra hasta los bastidores mientras uno de los solistas cantaba una canción de Hozier.
-Oye, yo...
-Shhhh, ¡Ah! ¡Xander! –Abrazó al castaño en cuanto lo encontró. –Les quiero presentar a una nueva amiga.
- ¿Amiga? –Dijo sorprendida. –Oh... Yo...
-Kat, no debes abordar así a los nuevos. Lamento si mi hermanita te molestó. Tanto tinte en el cabello hizo que perdiera la cabeza.
-Cállate. Necesita integrarse y esto es perfecto. Xander, ella es Lía. Lía, es Xander, mi hermano mayor. Segunda guitarra en King's Revenge, y yo, di el nombre a la banda.
-Es un placer. –Xander detalló a la chica, le parecía conocida. Magnolia comenzó a sentirse incomoda bajo la mirada del muchacho. –En realidad, es... Magnolia.
-Lía suena bien. Kat siempre recorta el nombre de las personas. Bienvenida al Royal College of Music, Lía.
- ¡Cinco minutos, Xander! –Liam salió y lo primero en su campo de visión fue la pelinegra con la cual se había topado en la mañana. –Vaya, que placer verte de nuevo. ¿Ahora si me dirás tu nombre?
-No. –Contestó rápido.
-Hola Liam, ella es Lía. Séptimo semestre, como ustedes. Viene de Italia.
-Gracias Kat, eres un encanto. –Dijo el castaño guiñándole a la rubia. –Un placer conocerte oficialmente, Lía. Es un hermoso nombre, tan lindo como tu rostro.
-No es necesaria la adulación. –La incomodaba, Xander rió. Era como justicia divina para sus ojos. Por fin una chica que no caía rendida a los pies de Liam. –Iré a ver... -Señaló afuera y caminó de espaldas hasta toparse con la puerta y salir casi huyendo.
-Wow, es preciosa. ¿Katrina? ¿Me haces un favor?
-No, no metas a mi hermana en esto. –Rió Xander. –Vamos K, espera afuera, somos los siguientes en salir. –La rubia los dejó buscando a la pelinegra entre el gentío. –Ella ¿No es tu chica de hoy?
-Ella misma es. –Sonrió. –Que sorpresa. Lía, tiene un nombre precioso.
- ¿Te vas a ir de cacería?
-No será difícil. Llama a Paul y a Trek, salgamos a lucirnos.
***
- ¡Lía! Aquí andas. –La rubia la alcanzó tomándola del brazo. –Acércate, los chicos van a tocar y son realmente alucinantes. Por favor.
-Bueno. –Se dejó llevar por la rubia, el silencio se hizo presente en el momento que los cuatro integrantes de King's Revenge.
-El que está al frente, ya lo viste. Liam, mi hermano a su derecha, Xander. A su izquierda, Trek y en la batería, Paul. Paul es verdaderamente guapo ¿No crees? Es una lástima que solo me vea como la "hermanita" de Xander.
- ¿Te gusta el baterista? –Lía rió un poco y volvió a mirar a la banda.
-HELLO LONDRES! –Dijo Liam provocando los gritos de la mayoría de la población femenina en aquella reunión.
-Lía tienes que admitir que ellos están hechos unos bombones.
-Si te gustan esa clase de humanos.
- ¿Quieres decir los humanos guapos? –Contestó Katrina a Lía. –Se escuchó el "one, two, three" de Liam y juntos comenzaron a tocar Live Forever de Oasis. Guitarra, bajo, batería. Los cuatro se divertían sobre el escenario mientras los que estaban en el público cantaban.
Ella debía admitir que eran buenos en lo que hacían. Le entregaban el corazón a la música mientras estaban en el escenario. Cuando bajaban, la historia era otra. Vio como Katrina se acercó coqueta a Paul, sin embargo, él solo la mantenía un tanto alejada. Los demás, abrazaban, besaban y se acercaban a toda mujer que se paseara por allí. –Bastardos. –No quiso seguir allí y se alejó de aquel jolgorio de groupies.
Liam dejó los labios de la quinta chica que besaba en la noche y al alzar la mirada vio como la pelinegra salía de la fiesta – ¿Todo en orden? –Preguntó la chica que lo acompañaba.
-Si. Todo mucho mejor que bien, tengo una compañía excelente. –Terminó por decir para volver a besarla.
***
-Literalmente ensucian el planeta. Aish. –No sabía porque estaba tan enojada. Tal vez aquellos cuatro chicos les recordaban bastante a sus exnovios, sobre todo el guitarrista principal. Mujeriegos, cornudos. –Ya, no vale la pena. No tienes por qué topártelo siempre. El campus es enorme. –Se sentó sobre su cama y abrió su laptop para encenderla. No sabía porque aún tenía la foto de su exnovio de fondo de pantalla. Sacudió la cabeza, solo fue a las configuraciones y cambió rápidamente la imagen. –Idiota. –Conectó la red del piso a su computadora y se conectó a su dirección de correo para hablar con hermano, Allen.
Su charla se extendió hacía las horas de la madrugada, hablar con su hermano la ponía de buen humor, y, para mejorías de ella, la hacía olvidar los malos recuerdos.
***
NOTA PREVIA: Les comparto un capítulo del segundo libro de esta novela. Está llevado dieciséis años después pues el protagonista es el hijo de William y Magnolia, León. ¡Disfruten! *** Tenía dieciséis años. Sería su primer día en el bachillerato, dos años hasta su graduación para entrar en la universidad. Repasó su vida mientras veía el techo de su desordenada habitación. Desde pequeño soñaba con ser como su padre, William. Él, junto a sus tíos por título, Xander, Paul y Trek, tenían una gran banda y tocaron en shows por todo el país y Europa. Le habían bajado el ritmo en cuanto llegaron más niños. Para su suerte, contaba con su mejor amigo, Hans. Él compartía el sueño, las ganas de volverse locos y gritar “¡ROCK N’ ROLL!”. Pero no era todo. Era delantero en el equipo de soccer de los Red Falcons, su pasión por ese deporte también lo compartía con Hans. Sabía que era guapo. En años anteriores s
Desde el nacimiento de su hijo, las cosas habían cambiado bastante, él y su novia apenas y tenían tiempo de salir como pareja, la casa era un desastre y siempre estaban agotados. No se quejaba, amaba al pequeño León, solo le faltaba como organizar mejor su vida. Aquella noche miraba el techo, Magnolia dormía, León, en su cuna, solo él no lograba conciliar el sueño ¿Qué podía hacer? No estaba cumpliendo con la promesa de cuidar a los dos amores de su vida. Se levantó de la cama tras darle un beso en la frente a Lía, miró el reloj, apenas eran las dos de la mañana. –Mamá, ¿Qué hago? –Se sentó en el sofá y pasó las manos por su cara, estaba frustrado. –Ayúdame, ¿Cómo puedo demostrarle a Lía que la amo y que me importa mi familia? –Sintió los pasos de su novia acercarse, lucía adorable con la camisa de su pijama puesta cubriéndole apenas los muslos. -William ¿Sucede algo? –Despeinada se ace
Pasó un semestre más. Magnolia pausó la carrera debido a su permiso prenatal.Noviembre.Magnolia y William decidieron no saber el género de su bebé hasta que hubiera nacido. Las apuestas en la familia de ambos, la banda e incluso los propios K-Vengers sobre que iba a ser el hijo del guitarrista principal y voz de King's Revenge salieron por todos lados.La mayoría votaba porque sería niña.Lía se sorprendía de cómo habían "hashtags". #LancasterGirl #LancasterBoy y de aquella forma inundaban el Twitter y el Instagram.La lista de nombres incluso salió por Facebook, los grupos de fans suger&iacu
La paz se respiraba en el Royal.Y aunque la tendencia principal era hablar sobre Stacy, trataban casi todos en no hacerlo tan evidente.Trek visitó varias veces a la pelirroja, ella se sentía especialmente triste y arrepentida de sus actos. –Diles que lo siento. No fue mi intención.-Si lo haré. –Lloró un poco a través del cristal. –Stacy, eras una buena chica ¿Por qué te convertiste en esto?-No lo sé, solo me dejé envolver, supongo. –Se limpió una lágrima. Su cabello estaba enmarañado y también lucía ojeras. –Perdí el camino.-Siempre puedes
Salió de la habitación topándose con William y su familia. Allen se acercó. –Despertó. –Les dijo. –William, quiero decirte que no estoy de acuerdo con mi papà.-Puedo entenderlo. Quiero verla.-Está dormida ahora. Yo me quedo esta noche, en la mañana, si me dan el permiso, te dejaré pasar.-Gracias. –Allen sonrió al ver a la rubia y Axel notó el gesto.-Buenas noches, les mantendré al tanto. –Antes de darse media vuelta, le dio su número a Liam. Volvió hasta el cuarto de Magnolia y los dejó a los cinco sentados en los muebles.-Le gustaste a ese
Al menos eran menos hostiles. Lograban hablar luego de clases. A la consulta de Lía, Liam insistió en que iría. Estuvo al lado de ella mientras la obstetra pasaba el ultrasonógrafo por el vientre de la chica. –Bueno, va creciendo muy bien. ¿Si lo ven?- Son solo rayas para mí. –Contestó Liam haciendo que Lía volteara a verlo. La obstetra señaló en la pantalla un pequeño punto negro.-Ahí está. –Liam lo comparó con una pequeña papa, aunque tenía una burbujita que se movía. –Es el corazón. –Sonrió Liam mirando. Lía solo se sentía algo tensa. Luego de que le imprimieran dos ecos nuevos y Liam tomara uno salieron juntos.
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