IV - Eres una molestia

Aquella tarde llegaron a una breve tregua. Lía se sentía en campamento enemigo mientras estuvo sentada en el sofá de Liam. Él era talentoso con la guitarra. Mientras lo oía tocar, su mente divagaba en las nuevas reglas que habían puesto para sobrevivir el uno al otro.

Las reglas para Magnolia

1) Magnolia acepta no interferir los horarios de ensayo de la banda de Liam. Específicamente los lunes a la una de la tarde, miércoles a las cuatro y jueves a las tres. Fuera de esos horarios, puede molestar con tarea.

2) Magnolia acepta que Liam está rodeado de fanáticas por su éxito y dejará de decirle mujeriego.

3) Magnolia no deberá llamar "Bueno para nada" a Liam.

4) Solo se comunicará con William vía mensajes o llamadas para hablar de las tareas de T.M y programar sus encuentros post-clases.

Las reglas para William

1) William no hará bromas sexuales a Magnolia y tampoco se portará coqueto con ella.

2) William tratará en lo posible de no portarse como un auténtico "womanizer" si Magnolia anda cerca.

3) William mantendrá alejada a Stacy de los ensayos de su "matrimonio" forzado y al menos a cinco metros de Magnolia.

4) Solo se comunicará con Magnolia vía mensajes o llamadas para hablar de las tareas de T.M y programar sus encuentros post-clases.

- ¿Y? ¿Qué opinas? –Magnolia salió de su distracción mental y asintió. –Hey, dime.

-Suena bien. Me gusta, mañana es viernes, podremos practicar cello y guitarra. Espero que eso mantenga contento al profesor. –Se levantó del sofá y tomó su bolso. –Ya tienes mi número, avísame si cambia algo. Yo haré lo mismo en el mismo caso. –Soltó el aire. –Adiós.

-Mañana no podré. Ya que estás aquí, te aviso. –Dijo sin más. – ¿Te va el domingo? Es que mañana hay una presentación de King's Revenge frente a unos cazatalentos.

-Domingo. –Asintió. –Bien, te avisaré las horas que puedo por mensaje. –Caminó hasta la puerta y la abrió saliendo sin despedirse. Liam soltó el aire. Había estado en tensión toda aquella hora.

Se recostó en su sofá. Quizá con las nuevas reglas hubiera un poco más de cordialidad, era cuestión de tiempo para que pasaran a una especie de zona neutral para sobrevivir. Tomó su celular y puso una canción aleatoria para relajarse. "Hooked on a feeling" comenzó a sonar y sonrió. Era una canción bastante vieja y le recordaba a los buenos días, cuando tenía siete y su mamá bailaba y cantaba junto a su padre.

-I'm hooked on a feeling. I'm high on believing. That you're in love with me. –La mujer abrazaba a un mucho más joven Matthew. Él solo los miraba escondido detrás del sofá mientras sus hermanos, Axel y Lena, dos pequeños rubios que diferían de él por ser castaño, sonreían desde la puerta.

- ¿Cómo podría vivir sin ti, Cath?

-No tengo idea, Matthew. Pero sea como sea, disfrutamos de esto ¿No crees?

-Muchísimo. Hemos pasado por mucho.

Siempre que pensaba en matrimonio tenía dos reacciones. La primera, lo detestaba, le provocaba nauseas, era una cosa que evitaría a toda costa.

La segunda reacción era recordar a sus padres. Su madre, Catherine, siempre hacía que funcionara, era dulce, encantadora y comprendía a su padre en todo.

Y a veces él quería tener algo así. Pero con la vida que llevaba, no sabía en quien confiar, hace mucho no lo sabía. Sus compañeros de banda, extrañamente Katrina... Pero no había una chica que lo hiciera bajar la guardia.

***

Fue hasta su piso sintiéndose realmente fuera de lugar. William le recordaba los viejos amores que ella intentaba olvidar. Su sonrisa tenía hasta cierto parecido a la coqueta sonrisa de Jacob. Cerró la puerta y apoyó su espalda, cerró los ojos y su pecho se elevó al intentar atrapar el aire. –Deberé sobrevivir a esto. Tienes que, Magnolia. No puedes volver a Italia, no aún. –Caminó hasta su cama y se recostó un poco cansada, puso algunas cuantas canciones de Bob Dylan en el reproductor de su teléfono y poco a poco se fue quedando dormida.

Abrazaba su almohada, tenía frío y se notaba en la manera en la que titiritaba. Fue entrando en calor poco a poco al ver como su mente formaba la imagen de una persona que estaba abrazándola. Se acurrucó, sus sueños la llevaron de un lado a otro. Primero veía a Jacob y a Mirella, la mujer con quien él la había engañado. Luego pasaba a William y Stacy, incluso dormida sentía enojo, enojos sin motivos. Viéndose desde esa perspectiva se sentía muy infantil, ¿De verdad estaba odiando a alguien que no conocía?, el sueño se volvió pesadilla. De un momento a otro todo eran sombras, gritos aturdidores y persecuciones. – ¡¡¡DIOS!!! –Se levantó sobresaltada. –Calma, calma, calma. Solo fue un sueño. –Miró el reloj en su mesita, su celular ya se había apagado por falta de carga, eran un poco más de las once de la noche. –Dios ¿Hace cuánto me dormí?

Conectó su celular, sacó su cobertor y volvió a acostarse ignorando que no había cenado. Pensó en su sueño, quizá debería disculparse con William y tratar de cumplir su parte de las reglas, si lo trataba con cordialidad, era posible que las cosas mejorasen para ambos. Nuevamente se durmió y esta vez no tuvo pesadillas.

El viernes transcurrió normal. No tuvo mensajes de William y eso, la alivió. Quería verlo en persona y decirle que se había portado como una nena caprichosa. Asistió a sus clases de forma normal, trabajó un poco más en sus asignaciones. Mientras escribía una nueva canción sentada en el césped, la rubia llegó corriendo. –Al fin te encuentro. Si me dieras tu número podría no tener que correr por todo el campus. –Sonrió sentándose a su lado. –Hola Lía.

-Hola K. –Sonrió contagiándose del ánimo de la rubia. –Por supuesto, tienes razón. –La pelinegra terminó por darle su número a Kat. –Vienes muy, muy, muy contenta y apenas te conozco, pero sé que tienes algo escondido.

- ¡Tengo un admirador secreto! –Sacó de su bolso una tarjeta de color azul intenso y se la mostró a Lía. –Por cierto, Stacy está hecha una furia contigo. Le dijo a todo el mundo que Liam la dejó por ti.

-Lo que afirma Stacy, tiene tanto sentido como una ventana abierta en un submarino, William es una molestia y él piensa lo mismo de mí. –Lía leyó lo que decía la tarjeta de Katrina y la miró con una sonrisa cómplice.

Yo estaré

Adentro profundo

Tan perdido como siempre

Mi mundo eres tú

Y estaré azul oscuro

Hasta en mi inconsciente

Mi mundo eres tú

Y estaré

-Lo sé, ¿No es romántico? Me costó media hora traducir del español al inglés, me pregunto quién es. ¿Y si es Paul?

- ¿Paul sabe español?

-Si sabe, es de ascendencia española. Sus padres se mudaron a Londres y él tuvo que aprender el inglés a las patadas. –Dijo un poco risueña. –Es el único que me conozco que sabe español, no se quien más en todo este campus y no conozco a tanta gente. A propósito ¿Si irás a la fiesta?

-Sí, te dije que iría. Y así de paso te ayudo a averiguar si Paul es tu misterioso admirador.

-Quisiera, de verdad me gusta mucho ¿Crees que diecinueve y veinticuatro años se vea muy mal? Es que esa es su edad, veinticuatro, y yo apenas voy a cumplir veinte.

-Eres bastante joven, pero eres legal en mi país así que no le veo el problema ¿Cuál es la edad legal en Inglaterra?

-Dieciocho para votar, veintiuno para beber.

-Genial, puedo beber en Londres. –Rió Lía. –Entonces, eres adulta ante las leyes de Londres, si a él le gustas no veo porque no puedes salir con él.

-No creo que ese sea el más grande de mis problemas. Xander es extremadamente protector. No sé si permita que Paul tenga algo conmigo.

-No lo sabes ¿Le has dicho alguna vez de esto a tu hermano?

-Lo cierto es que no, ¿Tú tienes hermanos?

-Uno, su nombre es Allen. Y a él le cuento todo.

-Es un nombre bastante inglés para ser ustedes italianos.

-Papá es inglés, mi mamá es italiana. Resultó que mi padre, Antoine Bethlem es el mejor amigo de mi tío Wendell y se enamoró de mi mamá, mi mamá se enamoró de él y terminaron casados. Allen nació en París, así que por nacionalidad es francés, y por sangre es inglés y también italiano.

-Wow, tres en uno. Y tú, inglesa e italiana, ¿No?

-Exacto, yo nací en Roma. Soy italiana por nacionalidad, por sangre, pero también soy inglesa.

-Vaya mezcla de culturas, yo solo soy inglesa. Mi papá, Anthony Trainor, conoció a mi mamá, Brooke en un bar. Comenzaron a salir, mamá quedó embarazada de Xander, luego de eso se casaron y nací yo. Mamá está embarazada nuevamente con cuarenta y dos años, y dice que este si será el último. No sabemos que es, quiere guardar la sorpresa. Papá está emocionado y Xander cree que nuestros progenitores están locos.

-También lo creo, pero ahora entiendo de donde vienen tus genes. –Ambas rieron y se levantaron del pasto. Por insistencia de Katrina, Lía terminó saliendo con ella del campus. Compraron algunas cosas en rebaja y regresaron entre risas. Era relajante tener alguien en quien confiar cuando los días eran tan duros. Se quedaron hablando un poco más en el piso de Katrina mientras escuchaban Jailhouse rock, de Elvis Presley y se probaban ropa para la fiesta.

***

Los chicos ensayaban en una de las aulas vacías, los cuatro se divertían tocando, Stacy miraba desde la puerta. –Mañana nos vamos a lucir, en serio. –Xander y Liam chocaron los puños mientras Trek y Paul se daban un abrazo al dejar sus instrumentos. –Esta es nuestra oportunidad.

-Liam, te buscan. –Dijo Trek al ver a la pelirroja en la puerta.

-Cinco minutos de descanso. –William salió del salón y jaló a Stacy con él. –Stacy ¿Qué haces aquí? Estoy en ensayos.

-Quiero resolver las cosas contigo, no quiero que lo maravilloso que teníamos se acabe.

-Por Dios, no te vuelvas una molestia. Stacy, no tuvimos nada. Quedamos en solo ser follamigos, es todo. No quiero ya más nada.

-Liam estás siendo muy injusto. Dime la verdad ¿Por qué me dejaste si estábamos tan bien?

- ¿Por qué? Interfieres en mi carrera, necesito aprobar el semestre para estar a nada de graduarme y tú, interrumpías mis prácticas de Teoría Musical solo porque estaba con una chica.

-Bueno, es que eran celos, pequeños.

-La música es lo más importante para mí, Stacy. Mira, eres preciosa, consigue que otro caiga rendido a tus pies. –Miró su reloj en su muñeca. –Debo volver a ensayar. Mañana, como sabes bien, vienen unos cazatalentos y nos verán tocar.

- ¿Y la fiesta? Yo organicé una fiesta para después de su presentación, ¿Irás? –Stacy batió las pestañas en un gesto coqueto y dulcificó su voz lo más que pudo.

-Veremos. –Terminó por decir para entrar de regreso al salón, cerró la puerta y pasó el seguro para evitar que la chica volviera a entrar.

-Oímos eso. ¿De verdad terminaste con ese chicle pelirrojo? –se burló Trek tomando de nuevo su bajo. –No es por nada, pero ya era hora.

-Tenía que hacerlo o iba a acabar reprobado en la clase de Payne.

-Cierto, el profesor John no es muy flexible, si no entregas tus tareas con la pareja que te impone, lo verás por otro semestre. –Paul se sentó frente a su batería y se apoyó un poco en los Toms. Xander permanecía callado, Liam miró a su amigo y supo que algo malo estaba pasando.

-Hey bro. ¿Qué tienes? Apenas has dicho algo hoy.

-Katrina tiene un admirador secreto. –Dijo en un tono molesto. –No sé quién es.

-Dah, es secreto hasta para ella. –Contestó Trek en un tono burlón. –Yo no me preocuparía, las chicas tienen admiradores secretos de vez en vez.

- ¿Estás diciéndome que debo sentarme y dejar que un pedazo de idiota se acerque a mi hermana menor? –Xander dejó su guitarra en el paral y se sentó. –Lamento si no concuerdo contigo.

- ¿Y si es alguien bien intencionado que no le haría daño? –Contestó Paul tensándose un poco. –Tal vez no sea una molestia y te termina cayendo bien.

-Tiene diecinueve, es una niña todavía. Si quien la pretende, tiene más de veintidós le romperé la nariz.

-Vamos, relájate Xander. –Liam dio unas palmaditas en la espalda, miró a Paul quien ya lucía nervioso. –Mejor vamos a concentrarnos en el ensayo, mañana es un gran día para nosotros. Luego te ayudamos a encontrar al admirador de tu hermana, Xander.

-Te juro que, si llego a saber que tiene más de veintidós, lo mataré.

-Hey, no juegues. ¿Acaso quieres añadir "cárcel" a nuestro historial de banda? Mínimo deja que seamos un poquito más famosos. –Bromeó Trek. –Xander, Katrina sabe cuidarse, es más, nos ha cuidado a nosotros de ser devorados por fanáticas, ¿Crees que no podrá con un sujeto que la esté pretendiendo? Si no le gusta, simplemente te lo dirá y ahí sacarás tu estandarte de hermano mayor, te pondrás el antifaz y serás su héroe. Fin de la historia.

- ¿Y si le llega a gustar el idiota?

-Pues, tendrás cuñado. ¿No? –Rió. Liam sonrió y tomó su guitarra. Paul, por su parte, lucía cada vez más tenso. –Y quien sabe, a lo mejor termina agradándote y se fugan cada fin de semana a tomar cerveza.

-Volvamos a ensayar. –Terminó por decir el baterista haciendo que Xander y Trek voltearan a verlo. –Me preocupa más cagarla mañana, nos hemos presentado antes, pero pocas veces de manera exclusiva para personas que pueden hacer trizas nuestra carrera como músicos.

-Coincido. –Señaló Trek a Paul. –Que agradable sujeto.

-Deja de ver tantos memes, por favor.

-Los memes reinan en el internet. ¿Qué quieres que vea?

-Deportes. –Rió Liam al ver a Trek y Xander discutir de una manera amistosa. –Como los hombres. –Los cuatro chicos volvieron a ensayar después de las risas. Se concentraron en las canciones que iban a presentar. Songbird de Oasis, Black de Pearl Jam en donde Xander era quien cantaba la voz principal entre otras más que habían elegido bajo democracia.

***

Sábado.

Luego de la presentación de King's Revenge, los cuatro chicos se fueron al sitio que había elegido Stacy para la fiesta. Todo estaba a reventar, la cantidad de personas que había en aquel espacio era bastante aturdidor. La música era atronadora, a todo volumen sonaban haciendo que el piso quedara sumido en el calor.

Katrina y Lía estaban terminando de vestirse dentro de la habitación de la rubia. La pelinegra acomodaba su vestido azul oscuro y floreado, dejó su cabello suelto y se colocó un sombrero negro que combinaba a la perfección con sus botas. Un pañuelo en su muñeca atado. –Por favor, ayúdame a maquillarme, quiero coquetearle a Paul hoy.

- ¿Y si intentas ser natural? Si no le gustas por ti misma, entonces no creo que valga la pena.

-Bueno, ¿De verdad crees que tenga posibilidad?

-No conozco a Paul. –Lía ayudó a Katrina a hacerse la rayita del ojo. –No podría opinar al respecto. –Sonrió y tomó el labial más simple para aplicárselo a la chica. –Y ahora, si, justo la cantidad perfecta.

-Si me hubiera maquillado Stacy, me habría aplicado esto en toda la cara.

-No entiendo a veces porque la mencionas tanto si no es de tu agrado.

-Debo convivir mucho con ella ya que es la "groupie" principal de King's Revenge además presidenta autoproclamada del club de fans, la que organiza las fiestas y demás. Es una perra provocadora pero no puedo matarla porque no quiero ir a la cárcel.

-Solo ignórala Kat, no vale la pena. Solo la he visto un par de veces y es una piedra en el zapato. De verdad, una molestia.

-Liam dice lo mismo. –Rió mientras la pelinegra la ayudaba haciéndole una trenza en el cabello. –Es curioso que no caigas rendida a los encantos de William. ¿No crees que sea guapo? Tiene unos ojos verdes que de verdad son hipnotizantes.

-Realmente, soy inmune a esa clase de humanos.

- ¿Los guapos? –Volvió a reír la rubia.

-No, los mujeriegos. William es un egocéntrico, cree que es el centro del universo, se siente como un dios cuando las chicas los rodean y yo no me siento especialmente atraída por los chicos que son como él. Ya tuve bastantes experiencias con hombres así y no estoy interesada.

- ¿Y si a él le llegases a gustar?

-Entonces me preocuparía y le preguntaría si no se golpeó la cabeza. En lo único que concordamos es que él para mi es una molestia, y yo para él soy una molestia.

-He visto noviazgos duraremos que comienzan con un odio intenso.

-No quiero un noviazgo ahora. Date prisa o llegaremos muy, muy tarde.

-Espera, algo me falta. –Tomó los pequeños ganchitos para el cabello con dos coronas y se las colocó mirándose al espejo. –Lista. Sí que sí. Hoy es el día en el que le voy a declarar mis sentimientos a Paul.

-Y yo te deseo suerte. –Rió y tras tomar sus bolsos, salieron juntas camino al sitio de la fiesta. La reunión estaba en su punto máximo. Los chicos de King's Revenge estaban presentándose cantando Still remains de Stone Temple Pilots. Katrina se acercó a donde estaba la banda junto con Lía para disfrutar mucho mejor la canción. Al concluir, Lía se alejó en busca de algo de beber, mientras se servía un vaso de cerveza, Stacy la miró y se acercó a donde estaba.

- ¿Qué haces aquí? –Lía le dio un sorbo a su cerveza y miró a la pelirroja sin contestar. –Te hice una pregunta.

-Sí, y yo elijo no responder. Si me disculpas. –Sonrió sarcástica y comenzó a alejarse. Stacy se cruzó de brazos molesta, aquello no iba a quedarse así.

- ¡Eres una perra! –Gritó en dirección a Lía. – ¡¡¡FINJES ODIAR A LIAM, PERO SOLO LO HACES PARA QUE LOS DEMÁS NO SEPAN QUE TE ESTÁS ACOSTANDO CON ÉL!!! –Aquello detuvo en seco a Lía, todos se quedaron en silencio mirando a la pelinegra. Liam, Paul, Trek y Xander permanecían callados, solo observando. – ¡Te la pasas con él! ¡Sabemos lo que hacen! –Lía apretaba el vaso de plástico mientras estaba de espaldas a la pelirroja. "Cuenta hasta diez, Lía", se dijo a sí misma, con la firme intención de calmarse. –Bueno, ya saben lo que dicen, "Quien calla, otorga". –Molesta ya, Lía solo se giró y lanzó directo en la cara de la pelirroja todo el líquido que tenía en su vaso. Sintió una breve satisfacción al ver como el maquillaje de Stacy se corría debido a la cerveza. – ¡¿QUÉ HAS HECHO?!

-Tú te lo buscaste. –Dijo. –No te preocupes, ya me iba de tu cutre fiesta. –Terminó por darse media vuelta y dirigirse hasta la salida. Los grandes grupos de personas no iban con ella.

-Liam. ¿No es tu pelinegra? Stacy hizo de todo para provocar una pelea de gatas.

-Debería sacarla de aquí. –Terminó por decir y caminó directo para disculparse con su compañera. –Hey, Lía.

-No me sigas. ¿Quieres? –Caminó un poco más deprisa fuera de la casa mientras Liam la alcanzaba en una carrera. –Deberías entrar allí a desmentir lo que dijo la ardida de tu ex.

- ¡Stacy no es mi ex! No era mi novia, vine a disculparme. De verdad.

-Entonces entra allí y desmiente lo que dijo tu amiguita de chocolate.

- ¿Qué? No entendí el término.

-La chica con la que coges, pero ni siquiera es tu pareja oficial. Mira, no importa. Has lo que quieras, me voy. –Se abrazó a si misma pues el frío ya comenzaba a pegarle en los huesos.

- ¿Sabes que a nadie le importa con quien yo tenga sexo?

- ¡Pues a mí me importa que me involucren en un chisme de esa magnitud! Maldita sea, ¿Quieres que sea otra de tus perras? –Terminó por gritar tras girarse. –A ti no te afecta, pero a mí sí.

- ¿Ensayamos mañana? –Dijo Liam para cambiar la conversación.

-Prefiero reprobar antes de volver a estar en el mismo sitio contigo, desde que apareciste he tenido problemas. Aunque el profesor diga que estamos atados en un "matrimonio", a partir de hoy estamos divorciados. No pienso aguantarme todo un semestre los teatros de ese demonio pelirrojo.

- ¡Bien! ¡Me parece muy bien! No puedo convivir contigo, intento llevar las cosas en paz, pero siempre sacas algo nuevo, nunca es suficiente. ¡Eres una molestia!

- ¡Es lo único en lo que concuerdo contigo! ¡Eres la peor molestia que he tenido en mi vida!

Liam lucía enojado, su mandíbula estaba tensa y sus ojos chispeaban, terminó por gritarle nuevamente a Lía. – ¡Te voy a revelar un secreto del cual me di cuenta solo! ¡La b****a que tenías por novio, cuya conversación no borras y menos sus fotos, el que te montó el cuerno, lo hizo porque no eres más que una malcriada! ¡Bravo por tu ex, que se dio cuenta que no eres más que una patada en las bolas! –Lía se quedó en silencio, la lágrima caía sola por su mejilla, dio dos pasos atrás y se dio la vuelta para seguir andando a su edificio. Aquellas palabras habían sido muy crueles y le habían dolido. No importaba ya el semestre, no quería volver a trabajar con William bajo ningún concepto.

***

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