Aun me encuentro atada por estar en conta de esta boda cuando Lucifer me lleva hasta la delimitación de su territorio donde puedo ver como la familia que tanto desprecio aparece con esa mirada asesina cuando nos acercamos.
Por la situación en la que me encuentro, quiero decirle que me deje al menos hablar, que estar así es algo muy humillante, pero, Lucifer ignora todo lo que le digo y por eso, solo me queda patalear e implorar porque mi suerte sea mejor, cuando eso no es posible.
— Vamos a ver que tienen estas personas por hablar. — dice Lucifer sonriente.
— Mmm
— No necesitas hablar, solo quédate aquí observando todo. — responde Lucifer.
Lucifer se aleja y yo quedo con el papel de prisionera que no piensa abandonarme. Es entonces que tensiono mi cuerpo y mirando a mi alrededor encuentro una pequeña tijera que con dificultad agarro para poder desatarme.
‘Debo escapar de estos locos.’ Me digo mentalmente.
Con desespero, intento liberarme de toda esta locura, pero, esto es muy complica