Terminamos de comer en silencio, porque en este punto lo que menos quiero es estresarme más pensando en ese hombre y lo que sea que signifique para mi yo del pasado. Por lo que después de desayunar continuamos bajando esta gran montaña donde sólo se pueden ver árboles y muchas piedras.

— Lamento no poder llevarte a centros comerciales y restaurantes agradables. Pero, la razón por la que hemos durado tanto tiempo en paz es porque estamos lejos de todos.

— Comprendo.

— En realidad lo único que quiero estás lejos de todo lo que es escasamente conozco. — susurro con agotamiento.

Realmente me siento como una tonta que solamente sabe mortificarse con lo mismo creando un círculo vicioso de dolor. Pero, ¿qué otra cosa puedo hacer si ni siquiera me dejan salir para preocuparme por lo demás? 

— Ya hemos llegado. — dice Angelica al escuchar al ig